Leido 28 veces
Rubén Pagliotto, referente de Unión Cívica Radical Activa, ha lanzado duras críticas a la actual dirección del partido y a su alianza con La Libertad Avanza, calificando la situación como un radicalicidio y un negocio oprobioso que ha llevado al centenario partido a una terapia intensiva. Tras la pérdida de las internas y la deserción absoluta de los afiliados, Pagliotto confirmó la renuncia de su sector a integrar la lista por la minoría y exigió la expulsión de los diputados Atilio Benedetti y Marcela Ántola por votar a espaldas de los jubilados. En este escenario de profunda grieta intraradical, su sector no apoyará la lista violeta libertaria y considera la posibilidad de formar un radicalismo auténtico (RA). Así lo describió al portal Debate Abierto.

Pagliotto, quien se ha mantenido firme en su postura dentro de la Unión Cívica Radical Activa, no dudó en describir el complejo y crítico momento que atraviesa el partido centenario.
Con una voz que reflejaba la intensidad de sus convicciones, Pagliotto delineó la posición inquebrantable de su sector.
Recordó que su espacio político siempre estableció un límite inamovible, infranqueable, ideológico, metodológico y moral que se llama La Libertad Avanza. A pesar de haber perdido las elecciones internas y de que su sector se integrara las listas por la minoría, una vez formalizada dicha integración, todos los integrantes presentaron su formal e indeclinable renuncia a formar parte de ésa lista.
El dirigente radical cargó duramente contra los legisladores que, a su juicio, traicionaron los principios del radicalismo. Calificó de vergonzante el voto en contra de los jubilados del diputado nacional Atilio Benedetti y la abstención de la diputada nacional Marcela Ántola, la cual resultó absolutamente funcional a los intereses de Milei. Ante esta situación, Pagliotto reveló que su sector ha solicitado formal y expresamente al Tribunal de Disciplina del partido la expulsión de Benedetti y Ántola por haber deshonrado la Unión Cívica Radical en su tradición, en su bagaje ideológico y fundamentalmente contrariando los intereses del sector más débil de la sociedad, que son los jubilados.
Asimismo, dejó claro que “no vamos a trabajar por esta lista violeta libertaria, la cual, según él, ha contado con la aquiescencia de una dirigencia absolutamente devaluada, desacreditada y que evidentemente ha hecho prevalecer conveniencias personales sobre convicciones partidarias.
Pagliotto fue enfático al describir la miserable recompensa que recibió el radicalismo en la conformación de listas. Desde su perspectiva, el partido lleva mucho tiempo perdiendo en negocios absolutamente oprobiosos realizados por la gerencia del radicalismo. Esta situación, no solo no benefició al partido en su conjunto, sino tampoco a las caras visibles de este rejunte mamarracho con la ultraderecha de La Libertad Avanza.
En una imagen cruda, el dirigente radical afirmó a Debate Abierto que la Unión Cívica Radical está prácticamente clausurada. Símbolos históricos como el rojo y blanco, el número tres, la insignia y el escudo desaparecieron, siendo reemplazados por el de un águila y el color violeta. “No nos quedó absolutamente nada”, sentenció.
El dirigente describió esta maniobra como una suerte de radicalicidio que favorece la extinción del partido y tiene nombre y apellido de sus responsables.
La descripción visual de la UCR para Pagliotto es la de una taza partida, donde la grieta es ahora intraradical. Esta división se da entre una minoría que ha hecho este negocio oprobioso y una mayoría de afiliados que castigaron a la dirigencia no yendo a votar en las internas. De 53.000 afiliados habilitados, menos del 10% participaron, lo que evidencia una deserción absoluta y fue una lastimosa y vergonzosa elección.
Para Pagliotto, el radicalismo está resquebrajado y partido, con dos grupos tan antitéticos que se autoexcluyen entre sí. Esta situación podría llevar al partido al borde de una nueva escisión, similar a la histórica convención de Avellaneda. Incluso se barajan nombres para una nueva corriente interna, como Radicalismo Auténtico (RA), que también podría ser un metamensaje a Raúl Alfonsín.
Asimismo considera que esta situación es imposible de sostener por un largo tiempo más, debido a las profundas diferencias filosóficas, ideológicas y de praxis política.
Las divergencias son abismales: mientras el sector de Pagliotto defiende un estado presente, sus adversarios abogan por el mercado. Su corriente promueve la educación pública, salud pública, obra pública y el diálogo para la acción de consensos. En contraste, critica la praxis violenta e indecorosa de La Libertad Avanza, citando además un vomitivo nido de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad, que, según denuncias, involucra a figuras cercanas al presidente Milei.
Pagliotto afirmó tajantemente: “No tenemos nada que ver en lo moral, en lo republicano, en la praxis, en la visión, en lo ideológico, en lo metodológico. Para él, quienes se aliaron con la antítesis del radicalismo no pueden coexistir, y su sector no va a regalar la Unión Cívica Radical, los colores, el escudo y la profesión de fe doctrinaria.
El dirigente criticó que la gerencia del radicalismo, a diferencia de una verdadera dirigencia, persigue conchavos, puestos y acomodos personales.
Considera que fracasaron en las internas al convocar solo a 7.000 afiliados de 53.000 posibles, a pesar de contar con todo el aparato, poder político y dinero.
Ahora el objetivo de su sector es reconstruir el partido, y volver a poner al radicalismo de pie, arreglar la casa y reconciliar a la ciudadanía con la política.
La gente, aseguró, está harta de la camarilla que solo busca conservar bancas y puestos, lo que ha llevado al radicalismo a la terapia intensiva y al borde de la extinción.
Sobre las elecciones de Octubre próximo, Pagliotto cree que cada ciudadano hará lo que su conciencia le dicte y, contempla la opción de votar en blanco o directamente votar alguna expresión de izquierda, a pesar de diferencias, muestra coherencia y salud democrática. “Muchos, especialmente personas mayores, me han expresado su intención de no votar, incluso asumiendo la multa, como una forma de protesta clara, contundente contra la inteligencia desastrosa del partido. Para éstos, la entrega ya se hizo y ni siquiera benefició a quienes la orquestaron”, finalizó. (Fuente: Debate Abierto)
Pagliotto: “Trabajaremos en la conformación interna de un Radicalismo Auténtico en homenaje a Raúl Alfonsín”
Leido 28 veces
Rubén Pagliotto, referente de Unión Cívica Radical Activa, ha lanzado duras críticas a la actual dirección del partido y a su alianza con La Libertad Avanza, calificando la situación como un radicalicidio y un negocio oprobioso que ha llevado al centenario partido a una terapia intensiva. Tras la pérdida de las internas y la deserción absoluta de los afiliados, Pagliotto confirmó la renuncia de su sector a integrar la lista por la minoría y exigió la expulsión de los diputados Atilio Benedetti y Marcela Ántola por votar a espaldas de los jubilados. En este escenario de profunda grieta intraradical, su sector no apoyará la lista violeta libertaria y considera la posibilidad de formar un radicalismo auténtico (RA). Así lo describió al portal Debate Abierto.
Pagliotto, quien se ha mantenido firme en su postura dentro de la Unión Cívica Radical Activa, no dudó en describir el complejo y crítico momento que atraviesa el partido centenario.
Con una voz que reflejaba la intensidad de sus convicciones, Pagliotto delineó la posición inquebrantable de su sector.
Recordó que su espacio político siempre estableció un límite inamovible, infranqueable, ideológico, metodológico y moral que se llama La Libertad Avanza. A pesar de haber perdido las elecciones internas y de que su sector se integrara las listas por la minoría, una vez formalizada dicha integración, todos los integrantes presentaron su formal e indeclinable renuncia a formar parte de ésa lista.
El dirigente radical cargó duramente contra los legisladores que, a su juicio, traicionaron los principios del radicalismo. Calificó de vergonzante el voto en contra de los jubilados del diputado nacional Atilio Benedetti y la abstención de la diputada nacional Marcela Ántola, la cual resultó absolutamente funcional a los intereses de Milei. Ante esta situación, Pagliotto reveló que su sector ha solicitado formal y expresamente al Tribunal de Disciplina del partido la expulsión de Benedetti y Ántola por haber deshonrado la Unión Cívica Radical en su tradición, en su bagaje ideológico y fundamentalmente contrariando los intereses del sector más débil de la sociedad, que son los jubilados.
Asimismo, dejó claro que “no vamos a trabajar por esta lista violeta libertaria, la cual, según él, ha contado con la aquiescencia de una dirigencia absolutamente devaluada, desacreditada y que evidentemente ha hecho prevalecer conveniencias personales sobre convicciones partidarias.
Pagliotto fue enfático al describir la miserable recompensa que recibió el radicalismo en la conformación de listas. Desde su perspectiva, el partido lleva mucho tiempo perdiendo en negocios absolutamente oprobiosos realizados por la gerencia del radicalismo. Esta situación, no solo no benefició al partido en su conjunto, sino tampoco a las caras visibles de este rejunte mamarracho con la ultraderecha de La Libertad Avanza.
En una imagen cruda, el dirigente radical afirmó a Debate Abierto que la Unión Cívica Radical está prácticamente clausurada. Símbolos históricos como el rojo y blanco, el número tres, la insignia y el escudo desaparecieron, siendo reemplazados por el de un águila y el color violeta. “No nos quedó absolutamente nada”, sentenció.
El dirigente describió esta maniobra como una suerte de radicalicidio que favorece la extinción del partido y tiene nombre y apellido de sus responsables.
La descripción visual de la UCR para Pagliotto es la de una taza partida, donde la grieta es ahora intraradical. Esta división se da entre una minoría que ha hecho este negocio oprobioso y una mayoría de afiliados que castigaron a la dirigencia no yendo a votar en las internas. De 53.000 afiliados habilitados, menos del 10% participaron, lo que evidencia una deserción absoluta y fue una lastimosa y vergonzosa elección.
Para Pagliotto, el radicalismo está resquebrajado y partido, con dos grupos tan antitéticos que se autoexcluyen entre sí. Esta situación podría llevar al partido al borde de una nueva escisión, similar a la histórica convención de Avellaneda. Incluso se barajan nombres para una nueva corriente interna, como Radicalismo Auténtico (RA), que también podría ser un metamensaje a Raúl Alfonsín.
Asimismo considera que esta situación es imposible de sostener por un largo tiempo más, debido a las profundas diferencias filosóficas, ideológicas y de praxis política.
Las divergencias son abismales: mientras el sector de Pagliotto defiende un estado presente, sus adversarios abogan por el mercado. Su corriente promueve la educación pública, salud pública, obra pública y el diálogo para la acción de consensos. En contraste, critica la praxis violenta e indecorosa de La Libertad Avanza, citando además un vomitivo nido de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad, que, según denuncias, involucra a figuras cercanas al presidente Milei.
Pagliotto afirmó tajantemente: “No tenemos nada que ver en lo moral, en lo republicano, en la praxis, en la visión, en lo ideológico, en lo metodológico. Para él, quienes se aliaron con la antítesis del radicalismo no pueden coexistir, y su sector no va a regalar la Unión Cívica Radical, los colores, el escudo y la profesión de fe doctrinaria.
El dirigente criticó que la gerencia del radicalismo, a diferencia de una verdadera dirigencia, persigue conchavos, puestos y acomodos personales.
Considera que fracasaron en las internas al convocar solo a 7.000 afiliados de 53.000 posibles, a pesar de contar con todo el aparato, poder político y dinero.
Ahora el objetivo de su sector es reconstruir el partido, y volver a poner al radicalismo de pie, arreglar la casa y reconciliar a la ciudadanía con la política.
La gente, aseguró, está harta de la camarilla que solo busca conservar bancas y puestos, lo que ha llevado al radicalismo a la terapia intensiva y al borde de la extinción.
Sobre las elecciones de Octubre próximo, Pagliotto cree que cada ciudadano hará lo que su conciencia le dicte y, contempla la opción de votar en blanco o directamente votar alguna expresión de izquierda, a pesar de diferencias, muestra coherencia y salud democrática. “Muchos, especialmente personas mayores, me han expresado su intención de no votar, incluso asumiendo la multa, como una forma de protesta clara, contundente contra la inteligencia desastrosa del partido. Para éstos, la entrega ya se hizo y ni siquiera benefició a quienes la orquestaron”, finalizó. (Fuente: Debate Abierto)