Olleros le contestó a Martinez tras el fallo de la justicia sobre el Bullying

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El abogado representante de la familia en el juicio por el asesinato de Alexis Céparo, emitió su opinión sobre conceptos vertidos por su colega y defensor de Adrián Molaro, Marciano Martinez. El texto remitido al portal Debate Abierto por Ladislao Fermín Uzín Olleros es el siguiente.

Olleros le contestó a Martinez

Olleros le contestó a Martinez

“Lo que sugestivamente omite decir el defensor de Molaro es que el “bullying” fue descartado porque no existió. No se comprende cómo si ello habría ocurrido durante 18 años, jamás el homicida, ni sus padres, dieron cuenta de ello en la escuela (tres etapas: jardín, primaria y secundaria) al menos con un reclamo o una simple advertencia; que diez líneas de testigos (alrededor de 40) negaron cualquier episodio de acoso (docentes, directivos escolares, celadores, la policía de Cerrito, el dueño de la discoteca, el presidente y el entrenador del club de fútbol, los vecinos, una hermana religiosa, amigos comunes de víctima y asesino, etc., etc.) y hasta los profesionales que intervinieron en la causa (psicólogos y psiquiatra) desmintieron esta fábula canalla y mendaz, montada para desviar el foco de atención, pretendiendo investigar a la víctima (ultimada cobardemente a balazos a quemarropa, delante de un niño de 9 años, estando la víctima inadvertida, sin defensa alguna, y que jamás usó armas), pretendiendo excluir la antijuridicidad de la conducta criminal del asesino o -de mínima- atenuar la pena.

Que quede claro : el “bullying” jamás existió y es lo primero que advirtió el Tribunal al anticipar la sentencia. Es una de las tantas argumentaciones inescrupulosas desplegadas para aliviar la situación del homicida, llegando al extremo de afirmar que no fue él quién mató sino la infección producida por las balas que ultimaron a Alexis (…), novedosa teoría ensayada que cae por lo ridícula y absurda. En el largo tiempo transcurrido desde la ocurrencia del episodio asesino, el homicida jamás mostró arrepentimiento alguno, ni pidió perdón; tampoco lo hicieron sus progenitores quien hasta el día de hoy no arrimaron ni una palabra de consuelo a los padres de la víctima, no obstante que hasta el sacerdote de Cerrito se ofreció para comunicar algún gesto en tal sentido; por el contrario, en el curso del debate, el padre del asesino se encargó de hacer la apología y el panegírico de las destrezas de su hijo en el manejo de armas de fuego de grueso calibre. Ni un ramo flores ni un paquete de velas por parte de la familia Molaro, que -en todo caso- debió preocuparse en no permitir que su hijo anduviera circulando libremente con un arsenal de armas de guerra cargadas en el auto y un parque de municiones de más de 160 proyectiles. La sociedad debe tomar nota de esto, no subirse al “juicio mediático” sino ahondar en las constancias del expediente.

Del mismo modo, los pusilánimes que opinan a través de encuestas o se suben a las redes sociales, en forma anónima, con alias o nombres supuestos, queriendo justificar lo injustificable (“por algo será”, “por algo lo habrá matado”), pero que no tuvieron ovarios ni atributos viriles para dar la cara testimoniando en el debate”.-(Fuente y Fotografía: Debate Abierto)