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El área productiva de Aldea Sta María es sitio piloto de un proyecto de incentivo para la conservación de los servicios ecosistémicos de importancia global financiado por las Naciones Unidas.

“La finalidad de preservar la salud de la vida”, dijo.
A continuación compartimos el discurso del Pte de la Fiesta de la Conservación del Suelo Orlando Hergenreder.
Por Orlando A. Hergenreder
Los tiempos nos marcan la distancia de los acontecimientos y éstos nos motivan la vida, como lo es la Fiesta de la Conservación del Suelo para la comunidad de Aldea Santa María, que desde los comienzos y hasta el presente tiene como premisa la conciencia conservacionista de nuestro entorno productivo, ambiental, social y cultural, con la finalidad de preservar la salud de la vida.
En los años recientes la expansión de la frontera agrícola ha provocado cambios sustanciales en los sistemas de uso de la tierra, que ingresaron en áreas naturales de drenajes, bosques, praderas, pastizales y humedales, provocando pérdida de hábitat y paisajes como de especies que ven acotado sus refugios de subsistencia, y que son servidores del ecosistema.
En el pasado, los sistemas productivos agropecuarios se caracterizaban por la variedad de cultivos y el mantenimiento de los recursos biológicos y variedad de paisajes, en el presente la simplificación de los mismos y la tendencia al monocultivo, enciende un alerta en la pérdida de procesos de provisión de servicios ecosistémicos fundamentales para una producción sustentable.
El agua es uno de los recursos que ofrece la naturaleza y una de las riquezas indispensables para toda la vida del planeta, humana y producción de alimentos.
Nuestra provincia, en su nombre queda manifiesto, el abrazo eterno de los ríos con sus aguas superficiales, más las subterráneas y el Acuífero Guaraní, nos hace privilegiados entre los pueblos del mundo, por ello ningún proyecto productivo, industrial, energético, turístico y minero puede poner en riesgo tan preciado regalo de la naturaleza.
Es responsabilidad de todos los entrerrianos su cuidado y preservación, que a la belleza de la creación el hombre no desfigure.
Consideramos valioso remarcar la importancia de ver a los recursos naturales como una oportunidad productiva con sus múltiples beneficios en bien de los productores y prosperidad para los pueblos. Pero reafirmamos la necesidad de interactuar responsablemente con la visión del Planeta Tierra como “casa común” de todos los seres vivientes donde los beneficios del presente no pueden condicionar las posibilidades futuras.
El presente del mundo manifiesta una crisis global, entre sus realidades el hambre de muchos hermanos no es un problema de recursos, lo es de encuentro; la concentración de la tierra productiva en menos actores condiciona nuestra soberanía alimentaria; la mega producción extractiva por su cada vez mayor consumo; el desmonte indiscriminado, requiere una reflexión. No a la cultura del despojo para con la Madre Tierra, sí a la cultura del ahorro, a la austeridad. Para ello creemos necesario como lo fue en aquellos tiempos la construcción de terrazas, para controlar la degradación de los suelos productivos; hoy actitudes de ética social, compromiso comunitario.
Buenas prácticas en todas las actividades, rurales y urbanas, amigables para el medio ambiente, revalorizar la importancia del sacrificio de superación individual, ser responsables servidores de la naturaleza con el propósito de un progresivo reencuentro con la creación.
La Ley de Conservación del Suelo Nº 8.318 en sus contenidos declara de interés público y sujeto a uso y manejo conservacionista a los suelos de la provincia de Entre Ríos que por sus condiciones naturales o antrópicas son susceptibles de degradación. Su promulgación fue firmada el 7 de julio de 1990 en el salón de actos de esta escuela en el marco de la primera Fiesta de la Conservación del Suelo. Por ello para nuestra comunidad tiene un valor trascendente e histórico, también lo es su valor como herramienta para la sistematización de los lotes, conservando la tierra de nuestros mayores, patrimonio de las futuras generaciones, oportunidad del presente, alternativa del mañana, creemos oportuno manifestar ante la posibilidad de su actualización la participación de todos los actores en beneficio del enriquecimiento de sus valiosos contenidos.
El área productiva de Aldea Santa María es sitio piloto de un proyecto de incentivo para la conservación de los servicios ecosistémicos de importancia global, financiado por las Naciones Unidas con la finalidad de propiciar buenas prácticas para la conservación del suelo, la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos.
Una oportunidad para innovar en el manejo, para ser más eficientes en el aprovechamiento de las funciones naturales al servicio de la producción agraria y la sostenibilidad de la misma en bien de toda la sociedad.
Finalmente, queremos agradecer a todas las escuelas el compromiso y la participación, a los coordinadores de la jornada educativa y sus colaboradores, a las instituciones y empresas que nos acompañan año a año, al Gobierno de la provincia, a los municipios vecinos, a la Junta de Gobierno de Aldea Santa María, al INTA por su permanente y valiosa participación, a la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER, al Instituto Terciario de Cerrito, a los medios de comunicación masivos que divulgan y hacen conocer esta fiesta, a todas aquellas personas de buena voluntad que a través de sus aportes económicos y humanos han hecho posible la concreción de esta jornada.
El suelo, el aire, el agua son regalos de Dios. A Él gratitud, respeto y alabanza. (Fuente: Ecourbano)
“La finalidad de preservar la salud de la vida”
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El área productiva de Aldea Sta María es sitio piloto de un proyecto de incentivo para la conservación de los servicios ecosistémicos de importancia global financiado por las Naciones Unidas.
“La finalidad de preservar la salud de la vida”, dijo.
A continuación compartimos el discurso del Pte de la Fiesta de la Conservación del Suelo Orlando Hergenreder.
Por Orlando A. Hergenreder
Los tiempos nos marcan la distancia de los acontecimientos y éstos nos motivan la vida, como lo es la Fiesta de la Conservación del Suelo para la comunidad de Aldea Santa María, que desde los comienzos y hasta el presente tiene como premisa la conciencia conservacionista de nuestro entorno productivo, ambiental, social y cultural, con la finalidad de preservar la salud de la vida.
En los años recientes la expansión de la frontera agrícola ha provocado cambios sustanciales en los sistemas de uso de la tierra, que ingresaron en áreas naturales de drenajes, bosques, praderas, pastizales y humedales, provocando pérdida de hábitat y paisajes como de especies que ven acotado sus refugios de subsistencia, y que son servidores del ecosistema.
En el pasado, los sistemas productivos agropecuarios se caracterizaban por la variedad de cultivos y el mantenimiento de los recursos biológicos y variedad de paisajes, en el presente la simplificación de los mismos y la tendencia al monocultivo, enciende un alerta en la pérdida de procesos de provisión de servicios ecosistémicos fundamentales para una producción sustentable.
El agua es uno de los recursos que ofrece la naturaleza y una de las riquezas indispensables para toda la vida del planeta, humana y producción de alimentos.
Nuestra provincia, en su nombre queda manifiesto, el abrazo eterno de los ríos con sus aguas superficiales, más las subterráneas y el Acuífero Guaraní, nos hace privilegiados entre los pueblos del mundo, por ello ningún proyecto productivo, industrial, energético, turístico y minero puede poner en riesgo tan preciado regalo de la naturaleza.
Es responsabilidad de todos los entrerrianos su cuidado y preservación, que a la belleza de la creación el hombre no desfigure.
Consideramos valioso remarcar la importancia de ver a los recursos naturales como una oportunidad productiva con sus múltiples beneficios en bien de los productores y prosperidad para los pueblos. Pero reafirmamos la necesidad de interactuar responsablemente con la visión del Planeta Tierra como “casa común” de todos los seres vivientes donde los beneficios del presente no pueden condicionar las posibilidades futuras.
El presente del mundo manifiesta una crisis global, entre sus realidades el hambre de muchos hermanos no es un problema de recursos, lo es de encuentro; la concentración de la tierra productiva en menos actores condiciona nuestra soberanía alimentaria; la mega producción extractiva por su cada vez mayor consumo; el desmonte indiscriminado, requiere una reflexión. No a la cultura del despojo para con la Madre Tierra, sí a la cultura del ahorro, a la austeridad. Para ello creemos necesario como lo fue en aquellos tiempos la construcción de terrazas, para controlar la degradación de los suelos productivos; hoy actitudes de ética social, compromiso comunitario.
Buenas prácticas en todas las actividades, rurales y urbanas, amigables para el medio ambiente, revalorizar la importancia del sacrificio de superación individual, ser responsables servidores de la naturaleza con el propósito de un progresivo reencuentro con la creación.
La Ley de Conservación del Suelo Nº 8.318 en sus contenidos declara de interés público y sujeto a uso y manejo conservacionista a los suelos de la provincia de Entre Ríos que por sus condiciones naturales o antrópicas son susceptibles de degradación. Su promulgación fue firmada el 7 de julio de 1990 en el salón de actos de esta escuela en el marco de la primera Fiesta de la Conservación del Suelo. Por ello para nuestra comunidad tiene un valor trascendente e histórico, también lo es su valor como herramienta para la sistematización de los lotes, conservando la tierra de nuestros mayores, patrimonio de las futuras generaciones, oportunidad del presente, alternativa del mañana, creemos oportuno manifestar ante la posibilidad de su actualización la participación de todos los actores en beneficio del enriquecimiento de sus valiosos contenidos.
El área productiva de Aldea Santa María es sitio piloto de un proyecto de incentivo para la conservación de los servicios ecosistémicos de importancia global, financiado por las Naciones Unidas con la finalidad de propiciar buenas prácticas para la conservación del suelo, la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos.
Una oportunidad para innovar en el manejo, para ser más eficientes en el aprovechamiento de las funciones naturales al servicio de la producción agraria y la sostenibilidad de la misma en bien de toda la sociedad.
Finalmente, queremos agradecer a todas las escuelas el compromiso y la participación, a los coordinadores de la jornada educativa y sus colaboradores, a las instituciones y empresas que nos acompañan año a año, al Gobierno de la provincia, a los municipios vecinos, a la Junta de Gobierno de Aldea Santa María, al INTA por su permanente y valiosa participación, a la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER, al Instituto Terciario de Cerrito, a los medios de comunicación masivos que divulgan y hacen conocer esta fiesta, a todas aquellas personas de buena voluntad que a través de sus aportes económicos y humanos han hecho posible la concreción de esta jornada.
El suelo, el aire, el agua son regalos de Dios. A Él gratitud, respeto y alabanza. (Fuente: Ecourbano)