El balsero de Villa Urquiza cruzó el arroyo a pie con el agua en las rodillas

Leido 241 veces

El arroyo Las Conchas tiene 60 centímetros de profundidad en la zona de la balsa, confirmó Carlos Cardenia. El balsero cruzó el arroyo caminando y el agua no superaba sus rodillas. “Hace 50 años que no se veía esto”, afirmó.

Carlos Cardenia.

Carlos Cardenia.

La emblemática e histórica balsa de Villa Urquiza, está sin funcionar desde diciembre de 2019 y es testigo de la escasez de lluvias que afectan el caudal del arroyo Las Conchas, tal como sucede con el río Paraná, el cual registra una prolongada bajante que comenzó a agudizarse en el mes de febrero pasado.

La balsa “Maroma” está junto a la margen de Villa Urquiza por la bajante y la sequía. Carlos Cardenia hijo, uno de los integrantes de la familia que trabaja desde hace varias décadas en la balsa, demostró  la magnitud de la bajante y cruzó caminando, el arroyo Las Conchas, cuya profundidad hacía que el agua del mismo, no superara las rodillas del balsero.

Cruza caminando

“La balsa está sin funcionar desde diciembre de 2019 “, dijo Carlos  y agregó que “el arroyo se puede cruzar caminando”, afirmó. En esta nota, se puede ver al operador de la balsa, parado a la mitad del arroyo y el agua le queda debajo de la rodilla.
El balsero cruzó el arroyo caminando y el agua no superaba sus rodillas. “Hace cincuenta años que no se veía esto”, afirmó.

“Es la primera vez en mi vida que veo una bajante así y según lo que comenta mi padre, tampoco vio algo así”, dijo Carlos en referencia a Don Carlos de 89 años y que desde 1.976 es el balsero de Villa Urquiza junto a sus hijos.

“No hay precedente de esto”, dijo Carlos, parado en lo que sería la mitad del cauce del arroyo Las Conchas, que ahora está dominado por arena y barro. Al mismo tiempo, agregó que la bajante se debe a la “falta lluvia y también es lo que pasa en el río”.

“Se puede cruzar a pie, incluso, hay gente que cruza con las bicicletas al hombro y pasa al otro lado. Ayer, cruzaron unos hombres a caballo que pasaron varias veces”, afirmó Carlos y aclaró que “en la orilla donde está la balsa, lo más profundo debe ser 70 centímetros”.

Ícono del turismo

Con casi 80 años de viajes sobre el arroyo Las Conchas, la emblemática balsa “Maroma”, que une la ciudad de Paraná con Villa Urquiza, es uno de los atractivos turísticos de la zona y un patrimonio histórico de la zona.
Carlos sostuvo que pese a la paralización de la actividad, debido a la bajante del arroyo, por el estado del camino y por la cuarentena, la familia se ocupa de cuidar la histórica balsa de Villa Urquiza.

La balsa está vigente desde el año 1942 y actualmente, está siendo operada por la tercera generación de la familia Cardenia. Se trata de un ícono del turismo y durante la temporada estival, ha llegado a cruzar más de 200 autos por día, con personas de diferentes provincias, que llegan para conocer la única balsa.

La balsa de Villa Urquiza es la única que aún funciona por medio de un sistema convencional de malacate. Se trata de un carretel que “enrolla el cable y lo larga a la vez”. La balsa puede soportar cuatro mil kilos. El trayecto que realiza, es de 75 metros y acorta camino: en más de 17 kilómetros. En época estival, la balsa opera de 6 a 22. Cada cruce demanda dos minutos y medio. (Fuente: elonce.com)