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*Por Oscar Patita Barbieri – Joel Tornero – Paola Barbieri – Mario Agrofolio
No cabe duda que estamos viviendo en una sociedad del conocimiento atravesada por grandes cambios tecnológicos y culturales. Las velocidades de los cambios que experimentamos en materia de ciencia, tecnología e innovación productiva son cada vez mayores e impactan de lleno en todos los ámbitos como la industria, el comercio, las comunicaciones, la educación, la salud, y toda nuestra vida cotidiana.
La inversión en actividades de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación productiva (I+D+i) se plantea como una herramienta estratégica de generación de capacidades competitivas, crecimiento económico, mejoramiento de la calidad de vida e integración social. Los países que son potencias en el mundo invierten en ciencia y tecnología porque saben que es la clave para ser desarrollados.
En un mundo globalizado, debemos poner nuestras energías para ser competitivos desde el punto de vista económico, y poder propiciar un modelo de desarrollo sustentable e inclusivo en términos sociales, venciendo el estado de vulnerabilidad en el que se encuentra gran parte nuestra economía que termia exponiendo a los más débiles.
Invertir en ciencia y tecnología es la base para poder proyectar un crecimiento sostenible en económico y social, y alcanzar además una sociedad que tenga la preparación científica, cultural y tecnológica necesaria para enfrentar los desafíos actuales y futuros.
Debemos generar una agenda propia que vincula la ciencia y la tecnología con el mundo del trabajo, y que permita generar en nuestro país las capacidades necesarias para hacer frente a los empleos del futuro, y garantizar las condiciones que conduzcan a una movilidad social ascendente.
Las naciones que más han crecido en las últimas décadas son aquellas que han logrado traducir desarrollo científico y tecnológico en logros en lo productivo y económico.
Entendemos que si verdaderamente queremos desarrollarnos como país y liderar fronteras tecnológicas en las que tenemos grandes capacidades, debemos aumentar la inversión en ciencia y técnica y densificar el ecosistema productivo sobre todo de emprendimientos de base tecnológica.
Es clave además, para mejorar el bienestar de la sociedad en su conjunto, poner al sistema científico y tecnológico al servicio de la comunidad para que dé solución a los problemas estructurales como los de la vivienda, el transporte, la salud, la mejora de servicios públicos básicos de agua, gas, energía eléctrica, etc.
Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, Desarrollo para la inclusión.
*Grupo de Pensamiento Argentina Soberana.
Aportes para el Desarrollo: Ciencia y Tecnología
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