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*Por Oscar Patita Barbieri – Joel Tornero – Flavia Barbieri – Gabriel Biscarreta
En la actualidad, toda nuestra vida cotidiana depende de servicios energéticos y prácticamente todas las actividades humanas no puede funcionar sin energía, es decir el hogar, las industrias, los hospitales, las escuelas, los clubes, las comunicaciones, el comercio, y en sí cualquier actividad económica.
Sin lugar a dudas necesitamos un sistema energético moderno, que dé cuenta de la demanda actual y sobre todo la proyectada para las generaciones futuras, diversificando además la matriz energética mediante el uso de fuentes renovables. Si queremos verdaderamente emprender el camino del desarrollo es crucial tener un sistema energético que de sustento al aparato productivo y de servicios, y que además esté a disposición de la comunidad como un bien social, asequible y de acceso universal.
Sin la energía no es posible tener otros derechos fundamentales como el de la alimentación, la salud y la educación, y desde esta óptica es que entendemos a la energía como un derecho humano. Podemos afirmar entonces que el acceso universal a la energía es esencial e indispensable para hacer frente a los grandes desafíos y oportunidades del mundo actual, no un servicio suntuoso de pocos y para pocos. Energía para el desarrollo, desarrollo para la inclusión social.
*Grupo de Pensamiento Argentina Soberana
Aportes para el Desarrollo: Energía
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*Por Oscar Patita Barbieri – Joel Tornero – Flavia Barbieri – Gabriel Biscarreta
En la actualidad, toda nuestra vida cotidiana depende de servicios energéticos y prácticamente todas las actividades humanas no puede funcionar sin energía, es decir el hogar, las industrias, los hospitales, las escuelas, los clubes, las comunicaciones, el comercio, y en sí cualquier actividad económica.
Sin lugar a dudas necesitamos un sistema energético moderno, que dé cuenta de la demanda actual y sobre todo la proyectada para las generaciones futuras, diversificando además la matriz energética mediante el uso de fuentes renovables. Si queremos verdaderamente emprender el camino del desarrollo es crucial tener un sistema energético que de sustento al aparato productivo y de servicios, y que además esté a disposición de la comunidad como un bien social, asequible y de acceso universal.
Sin la energía no es posible tener otros derechos fundamentales como el de la alimentación, la salud y la educación, y desde esta óptica es que entendemos a la energía como un derecho humano. Podemos afirmar entonces que el acceso universal a la energía es esencial e indispensable para hacer frente a los grandes desafíos y oportunidades del mundo actual, no un servicio suntuoso de pocos y para pocos. Energía para el desarrollo, desarrollo para la inclusión social.
*Grupo de Pensamiento Argentina Soberana