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Este sábado habrá un encuentro en Crespo de todos los candidatos de Cambiemos para las generales. Se escucharán críticas y propuestas para reorientar la campaña electoral. Apuntan a discutir la gestión Bordet.
Cambiemos se reúne en Crespo.
La dirigencia radical por un lado y la de PRO por el otro, vienen de hacer sus respectivas evaluaciones sobre lo ocurrido en las PASO del 14 de abril. Una semana después de esos cónclaves partidarios, todos se reunirán para dar el primer paso de campaña con vista a las elecciones generales del 9 de junio.
Será este sábado, en Crespo. Participarán candidatos a intendentes, senadores, diputados, presidentes de juntas y concejales de toda la provincia. Se reunirán por la tarde para poner en común las visiones sobre lo que hay que hacer en la campaña que se inicia y, por la noche, participarán de una cena para recaudar fondos.
En Cambiemos hay una generalizada coincidencia en torno a la necesidad de provincializar el debate de campaña. Entienden que eso fue lo que faltó en las cuatro semanas de proselitismo que precedieron a las PASO, a pesar de que se había fijado como objetivo.
Ahora, la idea es apuntar directamente a la gestión de Gustavo Bordet y poner en discusión sus méritos. Desde la participación de la provincia en la obra pública, hasta los déficits en materias centrales como salud y educación.
Así como Bordet machaca con los asuntos que deja de atender Nación y debe financiar la provincia, desde Cambiemos se pondrá el acento en los gastos que deben afrontar los municipios y que corresponden a la provincia: desde la reparación de caminos que desatiende Vialidad, hasta la nafta de los patrulleros.
En definitiva, harán hincapié en que es poco lo que ha hecho Bordet en su primera gestión y que nada hubiera podido hacer sin el auxilio de Nación en adelanto de partidas, restitución de coparticipación, asistencia del déficit previsional, refinanciación de deuda.
Sacando cuentas
En el análisis de lo ocurrido el 14 de abril, en Cambiemos ponen la lupa en los que no fueron a votar o lo hicieron en blanco. Cotejando números de 2017 en distintos territorios, advierten que allí está buena parte del electorado desencantado a raíz del fracaso económico del gobierno de Mauricio Macri.
Buscarán apuntar especialmente a esas franjas del electorado que no votó por Cambiemos, pero que tampoco lo hizo por Bordet. Ahí irán con su discurso centrado en la crítica a la gestión provincial; pero también en la asociación de Bordet con el “pasado” kirchnerista, a raíz de su acuerdo de unidad con Cristina Fernández, que muy probablemente hará candidato a Sergio Urribarri en agosto y octubre.
También esperan recuperar votos en distritos donde Cambiemos no tuvo internas o el PJ ofreció una primaria mucho más atractiva, con muchas listas para la intendencia que operaron como colectoras de Bordet. Un ejemplo claro es Concordia, donde muchos votos de Cambiemos –sobre todo radicales- no fueron al candidato único de su frente (Roberto Niez, del PRO) sino que prefirieron apoyar Eduardo Asueta, el candidato peronista que más daño podía hacerle al intendente Enrique Cresto. Asueta y Niez sacaron casi la misma cantidad de votos. Y Cresto se impuso en la interna por sólo 7.600 votos.
Bordet y Benedetti se disputarán los votos de fuerzas vecinales que se abstuvieron de pronunciarse en las primarias para la categoría gobernador.
En el oficialismo confían en que para las generales las fuerzas vecinales promoverán el voto a Bordet, presumiendo –a raíz del resultado de las PASO- que será el gobernador con el que tendrán que convivir los próximos cuatro años. En Cambiemos reconocen que las vecinales votan oficialismo. Pero advierten que la mayor parte de las obras que han manejado los municipios han sido nacionales.
Con una vela prendida para que el dólar no se dispare y la actividad económica al menos frene su caída, Benedetti buscará, en definitiva, comunicar al electorado entrerriano que el momento para discutir el gobierno nacional es agosto y octubre. Que en junio se define si Entre Ríos sigue en “modo siesta” y atado al “pasado” peronista que gobierna en forma consecutiva desde 2003, o se decide a dar un salto de desarrollo que lo acerque a Santa Fe y Córdoba. (Fuente: Página Política)
Cambiemos redefine su campaña
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Este sábado habrá un encuentro en Crespo de todos los candidatos de Cambiemos para las generales. Se escucharán críticas y propuestas para reorientar la campaña electoral. Apuntan a discutir la gestión Bordet.
Cambiemos se reúne en Crespo.
La dirigencia radical por un lado y la de PRO por el otro, vienen de hacer sus respectivas evaluaciones sobre lo ocurrido en las PASO del 14 de abril. Una semana después de esos cónclaves partidarios, todos se reunirán para dar el primer paso de campaña con vista a las elecciones generales del 9 de junio.
Será este sábado, en Crespo. Participarán candidatos a intendentes, senadores, diputados, presidentes de juntas y concejales de toda la provincia. Se reunirán por la tarde para poner en común las visiones sobre lo que hay que hacer en la campaña que se inicia y, por la noche, participarán de una cena para recaudar fondos.
En Cambiemos hay una generalizada coincidencia en torno a la necesidad de provincializar el debate de campaña. Entienden que eso fue lo que faltó en las cuatro semanas de proselitismo que precedieron a las PASO, a pesar de que se había fijado como objetivo.
Ahora, la idea es apuntar directamente a la gestión de Gustavo Bordet y poner en discusión sus méritos. Desde la participación de la provincia en la obra pública, hasta los déficits en materias centrales como salud y educación.
Así como Bordet machaca con los asuntos que deja de atender Nación y debe financiar la provincia, desde Cambiemos se pondrá el acento en los gastos que deben afrontar los municipios y que corresponden a la provincia: desde la reparación de caminos que desatiende Vialidad, hasta la nafta de los patrulleros.
En definitiva, harán hincapié en que es poco lo que ha hecho Bordet en su primera gestión y que nada hubiera podido hacer sin el auxilio de Nación en adelanto de partidas, restitución de coparticipación, asistencia del déficit previsional, refinanciación de deuda.
Sacando cuentas
En el análisis de lo ocurrido el 14 de abril, en Cambiemos ponen la lupa en los que no fueron a votar o lo hicieron en blanco. Cotejando números de 2017 en distintos territorios, advierten que allí está buena parte del electorado desencantado a raíz del fracaso económico del gobierno de Mauricio Macri.
Buscarán apuntar especialmente a esas franjas del electorado que no votó por Cambiemos, pero que tampoco lo hizo por Bordet. Ahí irán con su discurso centrado en la crítica a la gestión provincial; pero también en la asociación de Bordet con el “pasado” kirchnerista, a raíz de su acuerdo de unidad con Cristina Fernández, que muy probablemente hará candidato a Sergio Urribarri en agosto y octubre.
También esperan recuperar votos en distritos donde Cambiemos no tuvo internas o el PJ ofreció una primaria mucho más atractiva, con muchas listas para la intendencia que operaron como colectoras de Bordet. Un ejemplo claro es Concordia, donde muchos votos de Cambiemos –sobre todo radicales- no fueron al candidato único de su frente (Roberto Niez, del PRO) sino que prefirieron apoyar Eduardo Asueta, el candidato peronista que más daño podía hacerle al intendente Enrique Cresto. Asueta y Niez sacaron casi la misma cantidad de votos. Y Cresto se impuso en la interna por sólo 7.600 votos.
Bordet y Benedetti se disputarán los votos de fuerzas vecinales que se abstuvieron de pronunciarse en las primarias para la categoría gobernador.
En el oficialismo confían en que para las generales las fuerzas vecinales promoverán el voto a Bordet, presumiendo –a raíz del resultado de las PASO- que será el gobernador con el que tendrán que convivir los próximos cuatro años. En Cambiemos reconocen que las vecinales votan oficialismo. Pero advierten que la mayor parte de las obras que han manejado los municipios han sido nacionales.
Con una vela prendida para que el dólar no se dispare y la actividad económica al menos frene su caída, Benedetti buscará, en definitiva, comunicar al electorado entrerriano que el momento para discutir el gobierno nacional es agosto y octubre. Que en junio se define si Entre Ríos sigue en “modo siesta” y atado al “pasado” peronista que gobierna en forma consecutiva desde 2003, o se decide a dar un salto de desarrollo que lo acerque a Santa Fe y Córdoba. (Fuente: Página Política)