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*Por Joel Tornero – Oscar Barbieri
Estamos atravesando una crisis económica y social que día a día se profundiza. Inflación alta, muy alta, al punto de estar entre los diez países con más inflación del mundo, aumento de la pobreza, junto con una recesión enorme que trae más desempleo y más pobreza, y la baja del consumo por efecto de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, que profundiza la recesión. Una combinación de factores nefasta para la gran mayoría del pueblo argentino. Día a día la noticia es el cierre de comercios o industrias nacionales, sobre todo pymes, que se suma a un horizonte cada vez más gris en todos los aspectos económicos, junto con un aumento de la inseguridad y degradación de la situación social.
Es en este contexto, triste por cierto, que asistimos al debate del presupuesto 2019 enviado por el presidente Macri al Congreso Nacional. Con este panorama, sería esperable un presupuesto que atienda las necesidades reales de nuestra gente, nuestros empresarios, nuestros comerciantes. Esperaríamos el fortalecimiento del sistema de salud y educación, y acciones que colaboren con la reactivación de la economía, sobre todo las economías regionales, para generar trabajo genuino.
Bien parece que las prioridades del Presidente Macri y su gobierno son otras. Su propuesta es reducción del presupuesto en todos los rubros salvo uno. Menos salud, menos educación, menos obras, menos todo, eso sí, más deuda, y más pago de intereses de la deuda. Un escrito de ciencia ficción, más bien un libreto de una película de terror. Atrás quedó la promesa de marzo de “lo peor ya pasó”, que ahora se transformó de repente en lo peor está por venir.
Un ajuste sin igual que lo termina pagando el pueblo argentino, el trabajador, el comerciante, la pyme, todos salvo un puñado de grandes empresarios y otros, que se hacen llamar así, devenidos en funcionarios que se pasean por New York regalando al país.
El triunfo de este proyecto de empobrecimiento será posible solo si hay complicidad de parte del arco político de la oposición que mira para otro lado, y que incluye a gobernadores y legisladores nacionales devenidos en nuevos y obedientes aliados.
Como si fuera poco el gobierno nacional resuelve que el pueblo argentino compense a las empresas distribuidores de gas, por resol. 20/2018, por un aumento del dólar que ellos mismos generaron. Esto roza lo insólito e inesperado, pero se encuadra en su lógica, tomar permanentemente decisiones abusivas y incumplimiento de los deberes de funcionario público, y con flagrante desprecio a la constitución nacional. Nuevamente profundizan la desigualdad social y la estafa a la ciudadanía.
Hacemos un llamado a la reflexión para los que tienen la responsabilidad institucional de gobernar para el pueblo argentino, y no de espaldas a él. Esperemos que la cordura y el sentido común hagan replantear el camino pedregoso al cual nos arrastraron.
En resumidas cuentas podemos afirmar que no son ni supuestos, ni presupuestos, es la certeza de la indiferencia de un gobierno nacional y sus aliados provinciales que gobiernan de espaldas a un pueblo que cada día que pasa sufre más.
*Agrupación Alternativa Peronista
La certeza de la indiferencia
Leido 31140 veces
*Por Joel Tornero – Oscar Barbieri
Estamos atravesando una crisis económica y social que día a día se profundiza. Inflación alta, muy alta, al punto de estar entre los diez países con más inflación del mundo, aumento de la pobreza, junto con una recesión enorme que trae más desempleo y más pobreza, y la baja del consumo por efecto de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, que profundiza la recesión. Una combinación de factores nefasta para la gran mayoría del pueblo argentino. Día a día la noticia es el cierre de comercios o industrias nacionales, sobre todo pymes, que se suma a un horizonte cada vez más gris en todos los aspectos económicos, junto con un aumento de la inseguridad y degradación de la situación social.
Es en este contexto, triste por cierto, que asistimos al debate del presupuesto 2019 enviado por el presidente Macri al Congreso Nacional. Con este panorama, sería esperable un presupuesto que atienda las necesidades reales de nuestra gente, nuestros empresarios, nuestros comerciantes. Esperaríamos el fortalecimiento del sistema de salud y educación, y acciones que colaboren con la reactivación de la economía, sobre todo las economías regionales, para generar trabajo genuino.
Bien parece que las prioridades del Presidente Macri y su gobierno son otras. Su propuesta es reducción del presupuesto en todos los rubros salvo uno. Menos salud, menos educación, menos obras, menos todo, eso sí, más deuda, y más pago de intereses de la deuda. Un escrito de ciencia ficción, más bien un libreto de una película de terror. Atrás quedó la promesa de marzo de “lo peor ya pasó”, que ahora se transformó de repente en lo peor está por venir.
Un ajuste sin igual que lo termina pagando el pueblo argentino, el trabajador, el comerciante, la pyme, todos salvo un puñado de grandes empresarios y otros, que se hacen llamar así, devenidos en funcionarios que se pasean por New York regalando al país.
El triunfo de este proyecto de empobrecimiento será posible solo si hay complicidad de parte del arco político de la oposición que mira para otro lado, y que incluye a gobernadores y legisladores nacionales devenidos en nuevos y obedientes aliados.
Como si fuera poco el gobierno nacional resuelve que el pueblo argentino compense a las empresas distribuidores de gas, por resol. 20/2018, por un aumento del dólar que ellos mismos generaron. Esto roza lo insólito e inesperado, pero se encuadra en su lógica, tomar permanentemente decisiones abusivas y incumplimiento de los deberes de funcionario público, y con flagrante desprecio a la constitución nacional. Nuevamente profundizan la desigualdad social y la estafa a la ciudadanía.
Hacemos un llamado a la reflexión para los que tienen la responsabilidad institucional de gobernar para el pueblo argentino, y no de espaldas a él. Esperemos que la cordura y el sentido común hagan replantear el camino pedregoso al cual nos arrastraron.
En resumidas cuentas podemos afirmar que no son ni supuestos, ni presupuestos, es la certeza de la indiferencia de un gobierno nacional y sus aliados provinciales que gobiernan de espaldas a un pueblo que cada día que pasa sufre más.
*Agrupación Alternativa Peronista