Hondo pesar por el fallecimiento del ex ministro Hermo Pesuto

Leido 222 veces

El ex ministro y ex convencional constituyente, Hermo Pesuto, falleció este sábado cerca de las 13.30. Pesuto se encontraba internado en el sanatorio La Entrerriana desde los primeros días de marzo, cuando le detectaron un cáncer, lo operaron y no pudo salir más de terapia intensiva, como consecuencia de lo avanzado de la enfermedad. Cumplió 73 años estando internado, el último 5 de marzo. Fue profesor universitario durante varios años y siempre estuvo ligado al peronismo y a la Iglesia, aunque con una posición crítica. Junto con su esposa Elvy Bovier estuvieron al frente del Registro de la Propiedad del Automotor número 1 de Paraná, desde fines de la década del ’60.

Hermo Pesuto falleció hoy a los 73 años.

Hermo Pesuto falleció hoy a los 73 años.

Hermo Luis Pesuto se levantó dolorido ese primer sábado de marzo. Sentía una molestia en la pierna y se le adormecía. Cuando fueron ese día, al sanatorio La Entrerriana, le iniciaron estudios y lo dejaron internado para operarlo. Allí los médicos, el 5 de marzo, el mismo día de su cumpleaños 73, se encontraron con que tenía un cáncer del que nunca se había dado cuenta o nunca le quiso decir a nadie, que en menos de un mes provocó su deceso. De un día para el otro, uno de los dirigentes más lúcidos y preparados intelectualmente, una honorable persona, se fue de esta tierra hoy, cerca de las 13.30.

Pesuto era un hombre muy especial. Seguramente mucho tuvo que ver su formación intelectual y religiosa en el Seminario de Santa Fe, donde se fue poco antes de ser ordenado sacerdote, pero donde forjó buena parte de su personalidad y conducta. Hincha de Unión de Santa Fe -aunque hacía mucho tiempo no iba a verlo al rojiblanco-, peronista, buen cristiano, pero con una gran capacidad de autocrítica que en Paraná le valieron reacciones y vendettas absurdas e inconcebibles, Pesuto fue abogado y junto con su esposa, Elvy Bovier fueron de los pocos que se ocuparon de defender a los ex detenidos políticos durante la última dictadura.

 

Cuando retornó la democracia y el peronismo recuperó el poder, en 1987 fue secretario de Gobierno en la gestión municipal de Mario Moine (PJ) y en 1991, también con Moine como gobernador, ocupó primero la secretaría general de la Gobernación y luego se transformó en ministro de Gobierno, Justicia y Educación. No ocupó cargos públicos hasta el 2008, en que fue elegido convencional constituyente con la bancada del PJ que lideraba Jorge Busti. A la par, se dedicó a la tarea universitaria en la delegación Paraná de la Universidad Católica Argentina (UCA), donde finalmente fue desplazado hace unos pocos años, en virtud de su posición crítica sobre el rol de la conducción de la iglesia de Paraná, en torno a los abusos de menores cometidos por los referentes católicos, como los curas Justo Ilarraz, Ceferino Moya o el más reciente, Juan Diego Escobar Gaviria, condenado a 25 años de cárcel.

 

Duro, reflexivo, pero también contundente, a Pesuto nunca le tembló la voz para cuestionar las decisiones de la Iglesia en torno al tema, cuando la gran mayoría de sus referentes miraba para otro lado o se callaba la boca. Siempre sostuvo que tales situaciones iban a afectar seriamente la credibilidad de la Iglesia -lo que ocurrió- y las vocaciones en los seminarios de la zona y por ende pidió castigo para los abusadores. Tampoco se calló a la hora de opinar sobre los dirigentes corruptos del peronismo y las secuelas que ello iba a determinar dentro y fuera del partido que abrazó desde joven.

 

Hermo se fue después de mucho sufrir en estos días, más allá de que estuvo buena parte de estas semanas bajo fuertes sedantes. No pudo salir nunca de terapia intensiva y prácticamente no podía hablar. Sus momentos de felicidad pasaban por esos encuentros de pocos minutos con algunos de sus diez nietos -de sus tres buenos hijos- y la bella sonrisa de su mujer, de quien vivió enamorado durante casi toda la vida. Se fue una Semana Santa, a horas de las Pascuas, a horas del partido de su querido Unión y rodeado de mucho amor. Como el que siempre generó cada día, desde su lugar en la vida. (Fuente:Analisis Digital)