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*Por José O. Cáceres
Es difícil abordar el tema de la “Reforma Política” en momentos donde los jubilados y los trabajadores lidian a diario con el ajuste que implementa el gobierno nacional, que a contramano de sus promesas electorales de ”Pobreza Cero” ha aumentado la pobreza, la desocupación, la indigencia y empeorado las condiciones de vida del pueblo, mientras el país se endeuda a 100 años para pagar esta fiesta que viven los ricos con un gobierno de ricos y para ricos.
Sin embargo, es necesario abordar este tema porque un requisito para que llegue al poder alguien que miente descaradamente en su campaña electoral, como lo es Macri, es que los partidos políticos sean débiles y personalistas, como el caso de la inexistente Coalición Cívica de Elisa
Carrió o la empresa PRO, que más que un proyecto político tiene un proyecto para su CEO partidario.
Cuando hablamos de “Reforma Política” a priori el común de nuestro pueblo, sin estar muy al tanto del tema, lo toma como positivo. Seguramente los políticos tenemos culpas, a partir de nuestros errores cometidos. Sin embargo, el debate central es si reforzamos las instituciones democráticas, o sea, el instrumento para dirimir diferencias políticas; o si entregamos a las corporaciones el gobierno, para que gobiernen para sus propios intereses y dejen afuera al ciudadano común, a quienes castigan con tarifazos, inflación galopante, cinismo mediático y versos de lluvias de inversiones mientras los ministros abren cuentas en el extranjero para evadir impuestos y llevarse el dinero a resguardo de eventuales “corralitos” y sin dudas de investigaciones judiciales, una vez que dejen el gobierno.
En este sentido, hay mucho que abordar para una “Reforma Política”. Pero tal y como está planteado el asunto, independientemente de que el gobierno peronista del compañero Gustavo Bordet nunca pretendió simplificar las cosas, el debate público ha quedado reducido al tema de la boleta, o sea una Reforma Electoral. Especialmente, la Boleta Única de papel (BUP).
La Boleta Única es inconstitucional, según mi humilde entender, porque en la reforma de la Constitución del año 2008, la cual aborda una reforma política amplia, y que aún quedan institutos y artículos por reglamentar y poner en práctica, estipula además el fortalecimiento de los partidos políticos (art 29) y la llamada “cláusula de gobernabilidad”, que viene de la Constitución de 1933 y ha servido como instrumento de garantía de respeto a los mandatos constitucionales. Incluso la Constitución Nacional y los pactos internacionales que tienen rango constitucional, exigen el respeto y fortalecimiento de los partidos políticos. Tanto la cláusula de gobernabilidad como el fortalecimiento de los partidos políticos son los fundamentos del sistema democrático entrerriano y argentino.
Los argumentos a favor de la Boleta Única no se condicen con la misma. Es cierto que actualmente se demora mucho en votar a determinados horarios, por eso propongo que se aumenten la cantidad de mesas de votación, es decir que un padrón de una mesa que tiene 250 electores aproximadamente, llevarlos a 170 o 180 electores, y no será el costo económico un argumento para que el elector vote en un trámite que no supere los diez o quince minutos como máximo. Es una solución práctica y sencilla de aplicar.
Por supuesto, con la Boleta Única se tardaría más tiempo en votar, no comparto el argumento de que sea “amigable” y mucho menos que se diga que el actual sistema “no es transparente” (así están en sus cargos electivos quienes lo tienen y nadie dice que no sean transparentes, ni producto del fraude.
Por otro lado sólo imaginemos como se votaría con dos sistemas electorales distintos en un mismo día, uno para cargos nacionales, el actual sistema de boleta sabana, y otro sistema para cargos provinciales, ejemplo BUP, esto duplicaría, como mínimo, el tiempo de espera, aun cuando se pongan más mesas de votación. Claro que si se desdoblan las elecciones, esto no pasaría de manera tan pesada. Hay otros argumentos relacionados con las “extensas boletas”, y si, es así cuando uno integra un proyecto nacional, como lo ha sido siempre, por caso, el peronismo. Pero es algo que se puede evitar eliminando el “pegado” de boleta en las distintas categorías, tan sencillo como eso, aunque personalmente no lo comparta, igual no me parece un tema relevante la medida de la boleta.
El otro argumento para defender la Boleta Única son los políticos que se ”esconden” en la lista sábana. Es cierto, esto puede pasar y son los
encargados de las campañas de cada proyecto quienes deben publicitar quienes integran sus listas, más allá de lo que el candidato/a pueda
realizar. En lo personal, he ganado y perdido elecciones y respetando la voluntad popular, sin subestimar jamás al pueblo y su decisión electoral.
Siempre dando la cara, haciendo campaña para que los vecinos sepan donde uno se postula.
Por eso mismo estoy convencido, para que no haya “escondidos” en las listas sábanas, hay que hacer lo contrario de lo que este proyecto pretende, hay que fortalecer los partidos políticos. Es justamente abriendo más los partidos a la gente, enriqueciendo su vida interna, incentivando el debate, respetando la pluralidad, potenciando las escuelas de formación, capacitando cuadros políticos como se lograrán mejorar las listas de candidatos y gobernantes. Y fundamentalmente, con la integración real de las minorías partidarias, fijando un piso razonable para que quienes compitan en la interna, o PASO, puedan integrar en cargos expectantes las listas definitivas: esto es la clave para terminar con los efectos indeseables de las listas sábanas. Desde luego que también en consonancia con el Art. 29, habrá que debatir sobre el financiamiento de los partidos, distribución de espacios publicitarios, duración de las campañas y un férreo control, entre otras definiciones.
El sistema utilizado en Santa Fe sirvió para que el Partido Socialista pierda proyección nacional, la Legislatura se vuelva ingobernable -por la
primacía de una línea interna contraria al gobernador en la coalición de gobierno- que el peronismo domine el Senado provincial y no tengan
representación quienes sacaron dos puntos menos que el gobernador, con la candidatura del mediático Miguel Del Sel (cuya candidatura es un claro ejemplo que fue posible gracias al sistema de Boleta Única). En suma, se produjo un choque de poderes, una desproporción en la representación del voto ciudadano y un debilitamiento de partidos históricos de fuerte raigambre en Santa Fe.
Nuestro gobernador, que es un constructor de consensos, que ha garantizado la Política de Estado de no criminalizar la protesta social, que no ha
despedido empleados públicos y ha avanzado en la transparencia institucional, ha lanzado este debate. Es necesario que se convoque a todos
los partidos políticos (empezando por casa –o sea el PJ-) con existencia en Entre Ríos, tengan o no representación parlamentaria, para debatir el
futuro institucional y cómo logramos hacer realidad el mandato constitucional de fortalecer las instituciones partidarias.
*Ex vicegobernador de la provincia de Entre Ríos.* *Actual Secretario General del Consejo Provincial del Partido Justicialista
de Entre Ríos*
Reforma política: El camino es fortalecer los partidos
Leido 76563 veces
*Por José O. Cáceres
Es difícil abordar el tema de la “Reforma Política” en momentos donde los jubilados y los trabajadores lidian a diario con el ajuste que implementa el gobierno nacional, que a contramano de sus promesas electorales de ”Pobreza Cero” ha aumentado la pobreza, la desocupación, la indigencia y empeorado las condiciones de vida del pueblo, mientras el país se endeuda a 100 años para pagar esta fiesta que viven los ricos con un gobierno de ricos y para ricos.
Sin embargo, es necesario abordar este tema porque un requisito para que llegue al poder alguien que miente descaradamente en su campaña electoral, como lo es Macri, es que los partidos políticos sean débiles y personalistas, como el caso de la inexistente Coalición Cívica de Elisa
Carrió o la empresa PRO, que más que un proyecto político tiene un proyecto para su CEO partidario.
Cuando hablamos de “Reforma Política” a priori el común de nuestro pueblo, sin estar muy al tanto del tema, lo toma como positivo. Seguramente los políticos tenemos culpas, a partir de nuestros errores cometidos. Sin embargo, el debate central es si reforzamos las instituciones democráticas, o sea, el instrumento para dirimir diferencias políticas; o si entregamos a las corporaciones el gobierno, para que gobiernen para sus propios intereses y dejen afuera al ciudadano común, a quienes castigan con tarifazos, inflación galopante, cinismo mediático y versos de lluvias de inversiones mientras los ministros abren cuentas en el extranjero para evadir impuestos y llevarse el dinero a resguardo de eventuales “corralitos” y sin dudas de investigaciones judiciales, una vez que dejen el gobierno.
En este sentido, hay mucho que abordar para una “Reforma Política”. Pero tal y como está planteado el asunto, independientemente de que el gobierno peronista del compañero Gustavo Bordet nunca pretendió simplificar las cosas, el debate público ha quedado reducido al tema de la boleta, o sea una Reforma Electoral. Especialmente, la Boleta Única de papel (BUP).
La Boleta Única es inconstitucional, según mi humilde entender, porque en la reforma de la Constitución del año 2008, la cual aborda una reforma política amplia, y que aún quedan institutos y artículos por reglamentar y poner en práctica, estipula además el fortalecimiento de los partidos políticos (art 29) y la llamada “cláusula de gobernabilidad”, que viene de la Constitución de 1933 y ha servido como instrumento de garantía de respeto a los mandatos constitucionales. Incluso la Constitución Nacional y los pactos internacionales que tienen rango constitucional, exigen el respeto y fortalecimiento de los partidos políticos. Tanto la cláusula de gobernabilidad como el fortalecimiento de los partidos políticos son los fundamentos del sistema democrático entrerriano y argentino.
Los argumentos a favor de la Boleta Única no se condicen con la misma. Es cierto que actualmente se demora mucho en votar a determinados horarios, por eso propongo que se aumenten la cantidad de mesas de votación, es decir que un padrón de una mesa que tiene 250 electores aproximadamente, llevarlos a 170 o 180 electores, y no será el costo económico un argumento para que el elector vote en un trámite que no supere los diez o quince minutos como máximo. Es una solución práctica y sencilla de aplicar.
Por supuesto, con la Boleta Única se tardaría más tiempo en votar, no comparto el argumento de que sea “amigable” y mucho menos que se diga que el actual sistema “no es transparente” (así están en sus cargos electivos quienes lo tienen y nadie dice que no sean transparentes, ni producto del fraude.
Por otro lado sólo imaginemos como se votaría con dos sistemas electorales distintos en un mismo día, uno para cargos nacionales, el actual sistema de boleta sabana, y otro sistema para cargos provinciales, ejemplo BUP, esto duplicaría, como mínimo, el tiempo de espera, aun cuando se pongan más mesas de votación. Claro que si se desdoblan las elecciones, esto no pasaría de manera tan pesada. Hay otros argumentos relacionados con las “extensas boletas”, y si, es así cuando uno integra un proyecto nacional, como lo ha sido siempre, por caso, el peronismo. Pero es algo que se puede evitar eliminando el “pegado” de boleta en las distintas categorías, tan sencillo como eso, aunque personalmente no lo comparta, igual no me parece un tema relevante la medida de la boleta.
El otro argumento para defender la Boleta Única son los políticos que se ”esconden” en la lista sábana. Es cierto, esto puede pasar y son los
encargados de las campañas de cada proyecto quienes deben publicitar quienes integran sus listas, más allá de lo que el candidato/a pueda
realizar. En lo personal, he ganado y perdido elecciones y respetando la voluntad popular, sin subestimar jamás al pueblo y su decisión electoral.
Siempre dando la cara, haciendo campaña para que los vecinos sepan donde uno se postula.
Por eso mismo estoy convencido, para que no haya “escondidos” en las listas sábanas, hay que hacer lo contrario de lo que este proyecto pretende, hay que fortalecer los partidos políticos. Es justamente abriendo más los partidos a la gente, enriqueciendo su vida interna, incentivando el debate, respetando la pluralidad, potenciando las escuelas de formación, capacitando cuadros políticos como se lograrán mejorar las listas de candidatos y gobernantes. Y fundamentalmente, con la integración real de las minorías partidarias, fijando un piso razonable para que quienes compitan en la interna, o PASO, puedan integrar en cargos expectantes las listas definitivas: esto es la clave para terminar con los efectos indeseables de las listas sábanas. Desde luego que también en consonancia con el Art. 29, habrá que debatir sobre el financiamiento de los partidos, distribución de espacios publicitarios, duración de las campañas y un férreo control, entre otras definiciones.
El sistema utilizado en Santa Fe sirvió para que el Partido Socialista pierda proyección nacional, la Legislatura se vuelva ingobernable -por la
primacía de una línea interna contraria al gobernador en la coalición de gobierno- que el peronismo domine el Senado provincial y no tengan
representación quienes sacaron dos puntos menos que el gobernador, con la candidatura del mediático Miguel Del Sel (cuya candidatura es un claro ejemplo que fue posible gracias al sistema de Boleta Única). En suma, se produjo un choque de poderes, una desproporción en la representación del voto ciudadano y un debilitamiento de partidos históricos de fuerte raigambre en Santa Fe.
Nuestro gobernador, que es un constructor de consensos, que ha garantizado la Política de Estado de no criminalizar la protesta social, que no ha
despedido empleados públicos y ha avanzado en la transparencia institucional, ha lanzado este debate. Es necesario que se convoque a todos
los partidos políticos (empezando por casa –o sea el PJ-) con existencia en Entre Ríos, tengan o no representación parlamentaria, para debatir el
futuro institucional y cómo logramos hacer realidad el mandato constitucional de fortalecer las instituciones partidarias.
*Ex vicegobernador de la provincia de Entre Ríos.* *Actual Secretario General del Consejo Provincial del Partido Justicialista
de Entre Ríos*