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*Joel Tornero – Oscar Barbieri
No cabe duda que estamos viviendo en una sociedad del conocimiento atravesada por grandes cambios tecnológicos y culturales. Las velocidades de los cambios que experimentamos en materia de ciencia, tecnología e innovación productiva son cada vez mayores e impactan de lleno en nuestra vida cotidiana.
La inversión en actividades de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación productiva (I+D+i) se plantea como una herramienta estratégica de generación de capacidades competitivas, crecimiento económico, mejoramiento de la calidad de vida e integración social.
Para visualizar la importancia de la inversión en investigación y desarrollo, podemos mencionar que la inversión en este concepto en relación al PBI en el año 2014 en Argentina era de 0,6 %, mientras que en Brasil era de 1,67%, en Estados Unidos del 2,79%, Alemania del 2,87%, y China del 2% (datos del Banco Mundial).
En este sentido, resulta prioritario invertir en esta materia, aumentar los esfuerzos en consolidar recursos humanos calificados, explorar nuevas áreas de investigación y estimular la innovación productiva en las empresas. Además, es crucial fomentar la creación de empresas de base tecnológica con el propósito de incrementar la diversificación y la intensidad tecnológica de la producción de bienes y servicios.
Otro aspecto relevante en nuestros tiempos es acompañar los esfuerzos de nuestros emprendedores, con instrumentos que apalanquen sus iniciativas para que encuentren el camino al éxito de sus proyectos, con todos los beneficios sociales que ello implica.
En un mundo globalizado, debemos poner nuestras energías para ser competitivos desde el punto de vista económico, y poder propiciar un modelo de desarrollo sustentable e inclusivo en términos sociales.
El camino es generar una agenda propia, que permita el despliegue de nuestras potencialidades. En Entre Ríos, sin lugar a dudas debemos fortalecer las cadenas de valor avícola, cerealero como el arroz, forestal, frutícola en especial la citrícola, la ganadera y el turismo, incorporando tecnología que agregue de valor, propiciando además un aumento en la oferta de bienes y servicios. Junto a ello es dable destacar que tenemos capacidades locales para la explotar y expandir áreas como el software y los productos biomédicos, entre muchas otras, que tienen que ser atendidas con políticas provinciales específicas.
En la articulación de todos los actores, el estado con políticas e instrumentos adecuados, el sector académico aportando con graduados formados y comprometidos socialmente, y el sector productivo, podremos fortalecer la producción con base en la innovación, para la mejora de la competitividad y la generación de empleos genuinos y calidad.
Entre Ríos, tierra de emprendedores, de hombres y mujeres de trabajo, de grandes caudillos que marcaron a fuego las páginas de la historia, no puede ser ajena a estos procesos de transformación. Tenemos que ser capaces de liderar estos cambios en nuestra región para contribuir a construir un país desarrollado, de trabajo y de producción, socialmente inclusivo.
*Integrantes de Alternativa Peronista
Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de Entre Ríos
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*Joel Tornero – Oscar Barbieri
No cabe duda que estamos viviendo en una sociedad del conocimiento atravesada por grandes cambios tecnológicos y culturales. Las velocidades de los cambios que experimentamos en materia de ciencia, tecnología e innovación productiva son cada vez mayores e impactan de lleno en nuestra vida cotidiana.
La inversión en actividades de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación productiva (I+D+i) se plantea como una herramienta estratégica de generación de capacidades competitivas, crecimiento económico, mejoramiento de la calidad de vida e integración social.
Para visualizar la importancia de la inversión en investigación y desarrollo, podemos mencionar que la inversión en este concepto en relación al PBI en el año 2014 en Argentina era de 0,6 %, mientras que en Brasil era de 1,67%, en Estados Unidos del 2,79%, Alemania del 2,87%, y China del 2% (datos del Banco Mundial).
En este sentido, resulta prioritario invertir en esta materia, aumentar los esfuerzos en consolidar recursos humanos calificados, explorar nuevas áreas de investigación y estimular la innovación productiva en las empresas. Además, es crucial fomentar la creación de empresas de base tecnológica con el propósito de incrementar la diversificación y la intensidad tecnológica de la producción de bienes y servicios.
Otro aspecto relevante en nuestros tiempos es acompañar los esfuerzos de nuestros emprendedores, con instrumentos que apalanquen sus iniciativas para que encuentren el camino al éxito de sus proyectos, con todos los beneficios sociales que ello implica.
En un mundo globalizado, debemos poner nuestras energías para ser competitivos desde el punto de vista económico, y poder propiciar un modelo de desarrollo sustentable e inclusivo en términos sociales.
El camino es generar una agenda propia, que permita el despliegue de nuestras potencialidades. En Entre Ríos, sin lugar a dudas debemos fortalecer las cadenas de valor avícola, cerealero como el arroz, forestal, frutícola en especial la citrícola, la ganadera y el turismo, incorporando tecnología que agregue de valor, propiciando además un aumento en la oferta de bienes y servicios. Junto a ello es dable destacar que tenemos capacidades locales para la explotar y expandir áreas como el software y los productos biomédicos, entre muchas otras, que tienen que ser atendidas con políticas provinciales específicas.
En la articulación de todos los actores, el estado con políticas e instrumentos adecuados, el sector académico aportando con graduados formados y comprometidos socialmente, y el sector productivo, podremos fortalecer la producción con base en la innovación, para la mejora de la competitividad y la generación de empleos genuinos y calidad.
Entre Ríos, tierra de emprendedores, de hombres y mujeres de trabajo, de grandes caudillos que marcaron a fuego las páginas de la historia, no puede ser ajena a estos procesos de transformación. Tenemos que ser capaces de liderar estos cambios en nuestra región para contribuir a construir un país desarrollado, de trabajo y de producción, socialmente inclusivo.
*Integrantes de Alternativa Peronista