La Municipalidad de Crespo programó y apoyó propuestas culturales y deportivas que reunieron a grandes y a chicos. Por el aniversario, la premisa fue la de celebrar 129 años trabajando para que la comunidad sea más hermosa, progresista y laboriosa.

Cierto es que hubo de todo. Tenían previsto realizar un Maratón de las Escuelas en el Campo de Deportes Yapeyú, pero por las inclemencias del tiempo lo pasaron para el miércoles. Llevaron adelante, además, una muestra fotográfica y la proyección del documental 30 años del Centro Comunitario Dr. Salustiano Minguillón en la Sala Eva Perón. También, en la ciudad, hubo un torneo de fútbol que se llamó Copa 129 Aniversario Ciudad de Crespo y donde el intendente, Darío Schneider, entregó pelotas a las instituciones deportivas.

El fin de semana también hubo festejos. El sábado se realizó una peña folclórica con grupos de danza y ballet, músicos y conjuntos chamameceros que reunió a unas 300 personas. Ayer, cientos de familias acompañaron la actividad denominada Domingos en El Lago. Después de la siesta, pasadas las 16, los crespenses comenzaron a disfrutar de distintos números artísticos y entre otros actuaron el Grupo Coreográfico Edelweiss, Grupo Coreográfico Al Usso Nostro, David y More, Betina Exner, Jonathan Palacios y la Banda de Música de la Policía de Entre Ríos.

Además del sentimiento de pertenencia de los crespenses, el clima ayudó para que la de ayer sea una de las actividades más convocantes. Sin embargo el día central es hoy. Desde las 20.30 está prevista una noche aniversario en el Salón Esperanza. En la velada se contará con la presencia de la Orquesta Sinfónica de la Escuela Municipal de Música y el Coro de Adultos Mayores Sueño del Alma. En la ciudad esperan la presencia de funcionarios locales y provinciales.

En las redes sociales, un video subido al Facebook de la comuna, recibió más de 19.000 reproducciones y en él rescatan inversiones y la compra de una flota de maquinarias. Habrá que decir, que más allá de una gestión municipal, Crespo ha crecido a lo largo de los años y ha sido un faro para otras localidades de la región.

Es que además de las fiestas que se viven por estos días, sus habitantes traen al presente y honran a diario la memoria de sus ancestros. Lo hacen con su trabajo y esfuerzo cotidiano. Celebran el progreso y el crecimiento de una ciudad que mantiene sanas costumbres y reivindica los valores que aportaron los inmigrantes españoles, italianos y más tarde los alemanes del Volga que poblaron la zona que ofrecieron su idiosincrasia y legaron la esencia principal y necesaria para lograr la prosperidad de sus habitantes.

Tras ese empuje en base al trabajo honesto y de sol a sol, Crespo amplió sus horizontes y multiplicó sus rubros productivos, superando incluso la actividad que identifica a la localidad como Capital nacional de la avicultura.

Hoy, su economía no se sustenta solamente en la industria del pollo y sus derivados, sino que también se suman las actividades agrícolas, la de cerdos, los tambos, el cultivo y procesamiento de hortalizas y aromáticas y todas las industrias agroalimenticias, metalúrgicas, de equipamiento y servicios.

Crespo es un centro de comercialización de excelencia elegido desde distintos puntos de la región para realizar todo tipo de transacciones. El desarrollo ha producido la instalación de plantas de silos con importantes capacidades, fábricas y comercios de aislantes, carrocerías, cortadoras de césped, equipos para avicultura, envases, helados, huevo en polvo y líquido, máquinas para la industria, mueblerías, neumáticos para competición, productos químicos, sistemas de ventilación industrial y avícola, tinglados, ferreterías, corralones y bazares, entre otros.

El origen de Crespo está marcado por la instalación de colonias de inmigrantes en la zona y la construcción del ferrocarril, mientras que su nombre se relaciona con el del propietario de las tierras donde se registraron los primeros asentamientos: Ignacio Crespo Rodríguez del Fresno.

En 1885, se asentó la Estación del Ferrocarril Central Entrerriano, propiedad del Estado provincial y construida por la empresa Lucas González y Cía. Como consecuencia, comenzaron los asentamientos de familias criollas, españolas e italianas en lo que era Estación Crespo. En 1887 llegaron las primeras 40 familias de alemanes del Volga y en 1888 fundaron la Aldea San José, ubicada a unos 1.000 metros del asentamiento de La Estación. El grupo de inmigrantes estuvo conformado por un total de 50 familias provenientes de la región del Volga, pero de origen alemán. Hacia 1900 arribó a la ciudad la comunidad judía.

Si bien Crespo no tiene acta de fundación, se considera como su nacimiento el 24 de abril de 1888, fecha de la aprobación del Plano Oficial de la Traza del Pueblo y la Colonia Crespo, siendo designado en 1892 su primer alcalde. Juan Villanova. En 1922, la Colonia fue elevada a Villa, conformándose la junta de fomento y designándose como primer presidente a Felipe Mors. En 1957, a través del Decreto N° 5.397/57, Crespo fue elevada a Municipio de Primera Categoría dado que contaba con más de 5.000 habitantes.

En el desarrollo de la ciudad tuvo una importante influencia el factor religioso, sobre todo vinculado a la inmigración de alemanes asentados en la Aldea San José. En 1893, varias familias iniciaron la construcción de la Iglesia San José perteneciente a la orden del Verbo Divino. En 1908 se incorporaron a ella las campanas traídas de Alemania y en 1916, el reloj de la cúpula.

En 1896 se estableció la razón social que marca gran parte de la historia de la ciudad. Se trata de la empresa Sagemüller Hermanos, fundada por Otto Sagemüller, un inmigrante alemán oriundo de Bremerhaven. En 1910, se fundó la Agrícola Regional Cooperativa Limitada y desde entonces Crespo llevó esa impronta, la misma que tienen hoy en la premisa de sus festejos: 129 años trabajando.