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*Por Juan José Bahillo
Me permito una breve reflexión sobre el debate actual respecto de la Ley de Narcomenudeo, no como hombre de leyes, sino de la política, responsable de una gestión municipal que a diario recibe las demandas de los vecinos preocupados porque en tal o cual esquina de este o aquel barrio, alguien vende drogas al menudeo y nadie aparentemente puede hacer nada al respecto.
No es novedad que el problema de la droga nos atraviesa, nos violenta y amenaza, se cuela en la vida cotidiana de pueblos y ciudades complicando la tranquilidad de los vecinos y el futuro de las familias y los chicos. Está presente, tal vez no a gran escala, pero sino en pequeños quioscos que se van multiplicando porque nadie los frena.
En este sentido, en mi opinión, creo que es muy meritorio el avance logrado por la justicia y la legislatura entrerriana, en consonancia y acuerdo con el poder ejecutivo, para conseguir una herramienta que sirve para actuar y frenar este flagelo. Los entrerrianos no queremos que el narcotráfico se instale en nuestro territorio. Considero que se ha debatido, analizado y se ha creado una norma en función de un buen objetivo, que es en definitiva lo que no debemos perder de vista.
Y la Justicia Federal, que sostiene una opinión en contrario, con un fallo adverso cuyo mensaje desanima y confunde a los ciudadanos, debería cuanto menos propiciar una solución que zanje la cuestión en debate para que podamos -cuanto antes- contar los entrerrianos con una herramienta para actuar con efectividad y sin más demoras ante el tráfico de drogas.
Si no es esta la mejor ley, aportemos a su revisión y a su mejora. Es un avance y es perfectible, superemos los desacuerdos y no nos estanquemos en chicanas y peleas inconducentes.
La sociedad reclama con desesperación una acción que frene la impunidad de quienes a diario ponen en riesgo la vida de sus hijos.
*Intendente de Gualeguaychú
Superemos los desacuerdos y no nos estanquemos en chicanas
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*Por Juan José Bahillo
Me permito una breve reflexión sobre el debate actual respecto de la Ley de Narcomenudeo, no como hombre de leyes, sino de la política, responsable de una gestión municipal que a diario recibe las demandas de los vecinos preocupados porque en tal o cual esquina de este o aquel barrio, alguien vende drogas al menudeo y nadie aparentemente puede hacer nada al respecto.
No es novedad que el problema de la droga nos atraviesa, nos violenta y amenaza, se cuela en la vida cotidiana de pueblos y ciudades complicando la tranquilidad de los vecinos y el futuro de las familias y los chicos. Está presente, tal vez no a gran escala, pero sino en pequeños quioscos que se van multiplicando porque nadie los frena.
En este sentido, en mi opinión, creo que es muy meritorio el avance logrado por la justicia y la legislatura entrerriana, en consonancia y acuerdo con el poder ejecutivo, para conseguir una herramienta que sirve para actuar y frenar este flagelo. Los entrerrianos no queremos que el narcotráfico se instale en nuestro territorio. Considero que se ha debatido, analizado y se ha creado una norma en función de un buen objetivo, que es en definitiva lo que no debemos perder de vista.
Y la Justicia Federal, que sostiene una opinión en contrario, con un fallo adverso cuyo mensaje desanima y confunde a los ciudadanos, debería cuanto menos propiciar una solución que zanje la cuestión en debate para que podamos -cuanto antes- contar los entrerrianos con una herramienta para actuar con efectividad y sin más demoras ante el tráfico de drogas.
Si no es esta la mejor ley, aportemos a su revisión y a su mejora. Es un avance y es perfectible, superemos los desacuerdos y no nos estanquemos en chicanas y peleas inconducentes.
La sociedad reclama con desesperación una acción que frene la impunidad de quienes a diario ponen en riesgo la vida de sus hijos.
*Intendente de Gualeguaychú