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Casi la mitad de las denuncias recibidas entre enero y octubre en Crespo son por agresiones físicas y psicológicas. Hubo 80 denuncias en 10 meses por esta problemática.

Hubo 80 denuncias en 10 meses por esta problemática.
La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que funciona hace 5 años, tiene un promedio de 36 denuncias diarias por violencia familiar, según datos publicados a comienzos de este año. La cifra suena alarmante y fue creciendo desde el 2012, tal vez porque las mujeres, las más afectadas por este tipo de violencia, se animan cada vez más a exponer sus casos ante la Justicia. Hubo meses del 2012 y 2013 que la cifra trepó a cerca de 1.000 casos mensuales denunciados.
La ciudad de Crespo no está ajena al crecimiento de las estadísticas por violencia familiar física y psicológica y violencia de género, que actualmente ocupan el primer lugar del total de denuncias que se reciben en la comisaría local y representan casi la mitad de las actuaciones policiales en los primeros diez meses de este año. Son hechos de instancia privada, por lo tanto no toman el estado público que tienen los robos, hurtos y accidentes de tránsito. Sin embargo durante octubre a enero de este año se registraron entre 6 y 9 denuncias mensuales por esta problemática, sumando 80 casos en nuestra ciudad. Los delitos contra la propiedad en el mismo período totalizan 69 denuncias y los accidentes con lesionados 32 hechos.
La problemática doméstica, que antes se guardaba puertas adentro del hogar, hoy trasciende los umbrales en busca de una solución, especialmente desde la implementación de la Ley Nacional Nº 26.485 de protección a las víctimas de este tipo de violencia (sancionada en 2009), y su adhesión en la provincia un año después mediante la nueva norma Nº 10.058.
Al tope de las denuncias
Una simple comparación de las estadísticas policiales nos muestra que denuncias por violencia familiar física y psicológica, y violencia de género, ocupan el primer lugar representando el 44,20% del total de denuncias. Le siguen los delitos contra la propiedad con el 38,12% y en tercer orden los accidentes de tránsito con lesionados 17,68%. Mientras las actuaciones por violencia familiar en los primeros diez meses del año representaron 80 casos; hubo 69 denuncias por delitos contra la propiedad (entre robos y hurtos, incluidas motos y herramientas) con la resultante de 47 hechos esclarecidos. En el mismo período se produjeron 32 accidentes con lesionados, en un promedio de actuaciones por estos hechos que varían entre 2 y 5 casos por mes.
Tipo de denuncias e intervención
El Crio. Ppal. Luis Aguiar dijo a Paralelo 32 que en Crespo “la violencia familiar tiene que ver en general no solo con la violencia física, y las agresiones más frecuentes son del titular de la familia para con la mujer”. Admitió sin embargo que “también se dan los casos donde la mujer es agresora del hombre. Se suma además –aclaró- la violencia psíquica, actos perturbadores, amenazas, menosprecio de la mujer como madre de familia. Esto constituye el tipo de violencia en general que se puede denunciar en la policía y a su vez se da intervención a la justicia” –explicó.
Dijo además que para denunciar hechos de violencia no hace falta presentar testigos. “Se da curso acelerado al trámite, se toman los recaudos rápidamente y la ley prevé una actuación vertiginosa. Generalmente se separa al agresor del núcleo familiar para tratar que esa violencia física, golpes, amenazas, maltrato verbal o físico, no llegue a consecuencias mayores como puede ser un feminicidio, homicidio o similar. Es por eso –dijo el Crio Ppal. Aguiar- que en los últimos casos la justicia en pocas horas tomó la decisión de separar al agresor del grupo familiar para evitar que la violencia se agrave. Son medidas preventivas, no definitivas. Se confunde -aclaró- y se cree que la persona separada queda sin su propiedad, sin sus vehículos, sin embargo es una medida de prevención para que la violencia cese y no llegue al extremo de cobrarse la vida de un miembro del grupo familiar”.
El agresor y su familia
El Jefe de la Comisaría local explicó que “la justicia separa al agresor e imparte una serie de medidas, indica estudios y tratamiento psicológico. La ley –indicó- no prevé separar al agresor definitivamente del núcleo familiar, sino darle los elementos para que pueda insertarse nuevamente en la familia. Si la violencia sigue, los plazos se extienden”.
– Recientemente como Jefe de Comisaría junto con personal de su dependencia mantuvieron una reunión con la Jueza de Paz en torno a esta problemática. ¿Cuál es la situación que analizaron?
_ Con la Jueza de Paz, Dra. Silvia Rochas, tuvimos una reunión para coordinar los parámetros y establecer un común denominador en relación a cómo intervenir. Quedó claro también para el procedimiento que no se trata de ver de quién es la propiedad, sino de darle un techo, un hogar, a la familia víctima de agresiones, porque corresponde proteger a esas personas. La justicia obliga al tratamiento psicológico y psiquiátrico del agresor y de apoyo moral para que pueda volver a reintegrarse al hogar.
– ¿Quién controla que se haga el tratamiento?
_ La Jueza de Paz emite oficios a los distintos organismos estatales para que hagan el tratamiento y va supervisando que se cumpla. Si por ahí no comparece la persona, puede solicitar a la policía, porque nosotros somos auxiliares de la justicia, que la hagamos comparecer por la fuerza pública.
– ¿Estadísticamente cómo es la situación?
_ En otros tiempos la violencia física o psíquica tenía una baja probabilidad de denuncia, generalmente no era denunciada. Había miedo a represalias dentro del grupo familiar. En muchos casos, puedo afirmar que la denuncia sirve para apaciguar los ánimos y son muchos los agresores que se han vuelto a reinsertar en la familia. A veces los problemas que llegan a desunir a la familia son exteriores. No se da tanto en Crespo, pero en sociedades donde no hay capacidad para tener su casa, en una misma familia viven abuelos, padres, hijos, y los elementos exteriores coadyuvan a la desunión familiar por la falta de intimidad de la pareja, y esos encontronazos derivan en hechos violentos. Acá sucede, pero no tanto.
Igualmente hay un alto porcentaje de hechos de violencia familiar o de género que no se denuncian, porque no se quieren separar. Pero la ley tampoco quiere la separación del matrimonio, sino que prevé todas las herramientas para otorgar la ayuda psicológica necesaria que les permita seguir viviendo juntos; muchos lo han logrado después de esta instancia.
– ¿Cuál es la problemática que lleva a la violencia familiar, en los casos denunciados a nivel local?
_ La pobreza influye; a veces el alcoholismo es un factor que produce golpes y violencia física; la droga, son distintos elementos que pueden provocar la violencia familiar. Hay veces que los elementos exteriores hacen que la unión familiar se resquebraje. Sacando esos elementos puede reinsertarse la familia en el mismo núcleo. En la actualidad la mujer denuncia mucho más, porque se anima más.
Nosotros tenemos directivas precisas de tomar todo tipo de denuncia que se asimile a la violencia en el hogar. En algunos casos hay violencia sólo física y en otros sólo psicológica que igualmente genera daños, sobre todo en la mujer. En esos casos han sido trasladadas las personas para tratamientos ambulatorios en el Hospital Roballos. La llevamos incluso hasta en contra de su voluntad, se los obliga a hacer los estudios y si el agresor no concurre se lo traslada en ambulancia y se hace el tratamiento. Es obligatorio.
– ¿Debemos pensar, por lo que señala, que en Crespo los accidentes, robos, hurtos, son problemáticas menores en relación a la violencia familiar?
_ Sí, son problemáticas menores. Tenemos menos delitos contra la propiedad denunciados y menos accidentes de tránsito con lesionados, que hechos de violencia familiar. Representan casi la mitad de las denuncias que recibimos. Ocurre que hay más capacitación y la gente sabe cuáles son sus derechos y dónde concurrir en busca de ayuda. Es obligación nuestra y en forma acelerada, a veces en menos de 24 horas, elevar las actuaciones acompañando las denuncias con informe médico y el Juzgado de Paz da un tratamiento muy expeditivo en las intervenciones. Se cuestiona muchas veces que falta ver quién tiene razón o no. No se trata de eso, sino de controlar y proteger la familia y frenar la violencia en el primer impacto. Después se verá la cuestión de fondo y los pasos a seguir.
Violencia escolar
La violencia escolar es nuevo elemento que emerge en la sociedad actual, aunque en nuestra ciudad los casos denunciados se solucionaron convocando a los padres de los menores involucrados.
“Hemos tenido dos o tres casos dentro de la escuela de molestias y hostigamiento de un menor hacia otro, otros casos fuera del ámbito escolar, camino a la casa, y al citar a los padres han tomado medidas con sus hijos. Hay que darle un tratamiento especial porque involucra a menores de edad. Lo hemos tratado con directores de escuelas y las medidas preventivas son especiales. Al hablar con los padres, en la mayoría de los casos no estaban enterados de lo que pasaba en la escuela en relación a sus hijos y se ha frenado mucho”- dijo el Crio Ppal. Aguiar. (Fuente: Paralelo32)
En Crespo crecen las denuncias por violencia familiar y de género
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Casi la mitad de las denuncias recibidas entre enero y octubre en Crespo son por agresiones físicas y psicológicas. Hubo 80 denuncias en 10 meses por esta problemática.
Hubo 80 denuncias en 10 meses por esta problemática.
La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que funciona hace 5 años, tiene un promedio de 36 denuncias diarias por violencia familiar, según datos publicados a comienzos de este año. La cifra suena alarmante y fue creciendo desde el 2012, tal vez porque las mujeres, las más afectadas por este tipo de violencia, se animan cada vez más a exponer sus casos ante la Justicia. Hubo meses del 2012 y 2013 que la cifra trepó a cerca de 1.000 casos mensuales denunciados.
La ciudad de Crespo no está ajena al crecimiento de las estadísticas por violencia familiar física y psicológica y violencia de género, que actualmente ocupan el primer lugar del total de denuncias que se reciben en la comisaría local y representan casi la mitad de las actuaciones policiales en los primeros diez meses de este año. Son hechos de instancia privada, por lo tanto no toman el estado público que tienen los robos, hurtos y accidentes de tránsito. Sin embargo durante octubre a enero de este año se registraron entre 6 y 9 denuncias mensuales por esta problemática, sumando 80 casos en nuestra ciudad. Los delitos contra la propiedad en el mismo período totalizan 69 denuncias y los accidentes con lesionados 32 hechos.
La problemática doméstica, que antes se guardaba puertas adentro del hogar, hoy trasciende los umbrales en busca de una solución, especialmente desde la implementación de la Ley Nacional Nº 26.485 de protección a las víctimas de este tipo de violencia (sancionada en 2009), y su adhesión en la provincia un año después mediante la nueva norma Nº 10.058.
Al tope de las denuncias
Una simple comparación de las estadísticas policiales nos muestra que denuncias por violencia familiar física y psicológica, y violencia de género, ocupan el primer lugar representando el 44,20% del total de denuncias. Le siguen los delitos contra la propiedad con el 38,12% y en tercer orden los accidentes de tránsito con lesionados 17,68%. Mientras las actuaciones por violencia familiar en los primeros diez meses del año representaron 80 casos; hubo 69 denuncias por delitos contra la propiedad (entre robos y hurtos, incluidas motos y herramientas) con la resultante de 47 hechos esclarecidos. En el mismo período se produjeron 32 accidentes con lesionados, en un promedio de actuaciones por estos hechos que varían entre 2 y 5 casos por mes.
Tipo de denuncias e intervención
El Crio. Ppal. Luis Aguiar dijo a Paralelo 32 que en Crespo “la violencia familiar tiene que ver en general no solo con la violencia física, y las agresiones más frecuentes son del titular de la familia para con la mujer”. Admitió sin embargo que “también se dan los casos donde la mujer es agresora del hombre. Se suma además –aclaró- la violencia psíquica, actos perturbadores, amenazas, menosprecio de la mujer como madre de familia. Esto constituye el tipo de violencia en general que se puede denunciar en la policía y a su vez se da intervención a la justicia” –explicó.
Dijo además que para denunciar hechos de violencia no hace falta presentar testigos. “Se da curso acelerado al trámite, se toman los recaudos rápidamente y la ley prevé una actuación vertiginosa. Generalmente se separa al agresor del núcleo familiar para tratar que esa violencia física, golpes, amenazas, maltrato verbal o físico, no llegue a consecuencias mayores como puede ser un feminicidio, homicidio o similar. Es por eso –dijo el Crio Ppal. Aguiar- que en los últimos casos la justicia en pocas horas tomó la decisión de separar al agresor del grupo familiar para evitar que la violencia se agrave. Son medidas preventivas, no definitivas. Se confunde -aclaró- y se cree que la persona separada queda sin su propiedad, sin sus vehículos, sin embargo es una medida de prevención para que la violencia cese y no llegue al extremo de cobrarse la vida de un miembro del grupo familiar”.
El agresor y su familia
El Jefe de la Comisaría local explicó que “la justicia separa al agresor e imparte una serie de medidas, indica estudios y tratamiento psicológico. La ley –indicó- no prevé separar al agresor definitivamente del núcleo familiar, sino darle los elementos para que pueda insertarse nuevamente en la familia. Si la violencia sigue, los plazos se extienden”.
– Recientemente como Jefe de Comisaría junto con personal de su dependencia mantuvieron una reunión con la Jueza de Paz en torno a esta problemática. ¿Cuál es la situación que analizaron?
_ Con la Jueza de Paz, Dra. Silvia Rochas, tuvimos una reunión para coordinar los parámetros y establecer un común denominador en relación a cómo intervenir. Quedó claro también para el procedimiento que no se trata de ver de quién es la propiedad, sino de darle un techo, un hogar, a la familia víctima de agresiones, porque corresponde proteger a esas personas. La justicia obliga al tratamiento psicológico y psiquiátrico del agresor y de apoyo moral para que pueda volver a reintegrarse al hogar.
– ¿Quién controla que se haga el tratamiento?
_ La Jueza de Paz emite oficios a los distintos organismos estatales para que hagan el tratamiento y va supervisando que se cumpla. Si por ahí no comparece la persona, puede solicitar a la policía, porque nosotros somos auxiliares de la justicia, que la hagamos comparecer por la fuerza pública.
– ¿Estadísticamente cómo es la situación?
_ En otros tiempos la violencia física o psíquica tenía una baja probabilidad de denuncia, generalmente no era denunciada. Había miedo a represalias dentro del grupo familiar. En muchos casos, puedo afirmar que la denuncia sirve para apaciguar los ánimos y son muchos los agresores que se han vuelto a reinsertar en la familia. A veces los problemas que llegan a desunir a la familia son exteriores. No se da tanto en Crespo, pero en sociedades donde no hay capacidad para tener su casa, en una misma familia viven abuelos, padres, hijos, y los elementos exteriores coadyuvan a la desunión familiar por la falta de intimidad de la pareja, y esos encontronazos derivan en hechos violentos. Acá sucede, pero no tanto.
Igualmente hay un alto porcentaje de hechos de violencia familiar o de género que no se denuncian, porque no se quieren separar. Pero la ley tampoco quiere la separación del matrimonio, sino que prevé todas las herramientas para otorgar la ayuda psicológica necesaria que les permita seguir viviendo juntos; muchos lo han logrado después de esta instancia.
– ¿Cuál es la problemática que lleva a la violencia familiar, en los casos denunciados a nivel local?
_ La pobreza influye; a veces el alcoholismo es un factor que produce golpes y violencia física; la droga, son distintos elementos que pueden provocar la violencia familiar. Hay veces que los elementos exteriores hacen que la unión familiar se resquebraje. Sacando esos elementos puede reinsertarse la familia en el mismo núcleo. En la actualidad la mujer denuncia mucho más, porque se anima más.
Nosotros tenemos directivas precisas de tomar todo tipo de denuncia que se asimile a la violencia en el hogar. En algunos casos hay violencia sólo física y en otros sólo psicológica que igualmente genera daños, sobre todo en la mujer. En esos casos han sido trasladadas las personas para tratamientos ambulatorios en el Hospital Roballos. La llevamos incluso hasta en contra de su voluntad, se los obliga a hacer los estudios y si el agresor no concurre se lo traslada en ambulancia y se hace el tratamiento. Es obligatorio.
– ¿Debemos pensar, por lo que señala, que en Crespo los accidentes, robos, hurtos, son problemáticas menores en relación a la violencia familiar?
_ Sí, son problemáticas menores. Tenemos menos delitos contra la propiedad denunciados y menos accidentes de tránsito con lesionados, que hechos de violencia familiar. Representan casi la mitad de las denuncias que recibimos. Ocurre que hay más capacitación y la gente sabe cuáles son sus derechos y dónde concurrir en busca de ayuda. Es obligación nuestra y en forma acelerada, a veces en menos de 24 horas, elevar las actuaciones acompañando las denuncias con informe médico y el Juzgado de Paz da un tratamiento muy expeditivo en las intervenciones. Se cuestiona muchas veces que falta ver quién tiene razón o no. No se trata de eso, sino de controlar y proteger la familia y frenar la violencia en el primer impacto. Después se verá la cuestión de fondo y los pasos a seguir.
Violencia escolar
La violencia escolar es nuevo elemento que emerge en la sociedad actual, aunque en nuestra ciudad los casos denunciados se solucionaron convocando a los padres de los menores involucrados.
“Hemos tenido dos o tres casos dentro de la escuela de molestias y hostigamiento de un menor hacia otro, otros casos fuera del ámbito escolar, camino a la casa, y al citar a los padres han tomado medidas con sus hijos. Hay que darle un tratamiento especial porque involucra a menores de edad. Lo hemos tratado con directores de escuelas y las medidas preventivas son especiales. Al hablar con los padres, en la mayoría de los casos no estaban enterados de lo que pasaba en la escuela en relación a sus hijos y se ha frenado mucho”- dijo el Crio Ppal. Aguiar. (Fuente: Paralelo32)