De Cerrito a la elite mundial

Leido 239 veces

El integrante de la mejor dupla Albiceleste (junto a Pablo Bianchi), intervino en cuatro etapas del World Tour que organiza la Federación Internacional de Voleibol (FIBV). Además, fue ganador de torneos en Alemania y República Checa. “Ver la bandera argentina en un podio es muy gratificante”, dijo.

Azaad, con proyección internacional

Azaad, con proyección internacional

Ya se codea con el mejor nivel internacional. Aunque los resultados aún no ocupan las posiciones de vanguardia, sigue escalando peldaños y con objetivos bien claros.
Julián Azaad, quien hasta hace dos años y medio jugaba para el Club Unión Agrarios Cerrito (Cuac) los torneos de la Asociación Paranaense (APV), ya dejó atrás su etapa en la modalidad indoor y es un referente indiscutido del voleibol de playa (beach volley).
Integrante de la selección argentina, cosechó títulos y podios en el Circuito Sudamericano y hace poco fue elegido desde la Federación del Voleibol Argentino (Feva) para medirse con las mejores duplas del mundo, en el World Tour que organiza la Federación Internacional (FIVB).
Tres meses atrás, luego de adjudicarse la medalla de plata en los Juegos Sudamericanos de Playa, en Venezuela, Azaad y Pablo Bianchi (de Cañada Rosquín) emprendieron la travesía que los llevó por media docena de países. Jugaron los Grand Slam de Moscú (Rusia), Berlín (Alemania), Stavanger (Noruega) y Klagenfurt (Austria), además de etapas nacionales en República Checa y Eslovenia y una provincial en Alemania.
En las altas esferas, los resultados no fueron los esperados pero la adquisición de conocimientos fue enorme; en los torneos alternativos, dejaron sus nombres en lo más alto, dando aviso de lo que puede ocurrir en los próximos años.
GRAN LECCIÓN. Finalizando una sesión de entrenamientos junto con el profesor Lautaro Bonzi –con quien mantiene su estado antes de retomar las concentraciones– Juli atendió el llamado de EL DIARIO y aceptó evaluar el derrotero.
“El balance de la gira por Europa es muy positivo. En el World Tour no tuvimos mucha suerte, ya que fuimos con una cantidad de puntos que no nos favoreció para las clasificaciones, donde tuvimos que enfrentarnos a duplas de Estados Unidos y Brasil, las que deberíamos evitar”, explicó.
“Tuvimos mala suerte, pero la enseñanza fue buena. Participar en los World Tour siempre es positivo, porque aporta mucho a la experiencia como jugador”, aseguró.
Pero, en otras intervenciones, Bianchi-Azaad tuvieron revancha: “En Praga, abandonamos en semis, por una lesión de Pablo; pero en Opava (República Checa) fuimos campeones. En Liubliana (capital eslovena) salimos terceros y en Alemania repetimos título”.
DE CARA AL FUTURO. Con el recuerdo fresco de la campaña en el hemisferio Norte, el cerritense habló de su próxima meta.
“El desafío que tenemos desde fines de este año es la Continental Cup, instancia que clasificará para los Juegos Olímpicos. Si bien no está definido con exactitud, comenzaría en noviembre y por ello me estoy preparando físicamente”, justificó.
“Cuando decidí irme a vivir a Mar del Plata el objetivo era claro: estar en la selección. Una vez allí, me enfoqué en llegar a los World Tour y a los Juegos Olímpicos. Más allá de que nos alegra que se vayan dando ciertas cosas, esto es lo que buscamos y, como en todo, cuando se pone empeño, se llega”, declaró, el aspirante a Río de Janeiro 2016.
CON AYUDA DE LUJO. Desde que comenzó a jugar con Bianchi, Azaad cambió su posición a defensor, luego de comenzar como bloqueador y alternar posiciones (con Ian Mehamed).
El nuevo rol lo seduce y los resultados estimulan, pero también tener muy cerca a Martín Conde (ex campeón mundial), ayudante del seleccionador Pablo Bernardi.
“Con ellos hicimos una muy buena preparación. Que se sumen jugadores como Martín o Mariano Baracetti (volcado a la selección femenina) es muy importante, porque tienen una visión clara de este deporte, en el que jugaron muchos años en el más alto nivel”, confió, a gusto por su aporte técnico y trabajo profesional.
caricias al corazón. Con una semana para disfrutar entre los suyos, Julián comparte estos días con sus familiares y amistades.
De esos encuentros, destacó: “Hace unos días pasé por el club (Unión Agrarios), cuando mi viejo (Mario) estaba entrenando a los chicos. Saludé, hice un par de trotes, pero nada más porque no estoy para el indoor. Me hizo muy bien ese contacto, me sentí respetado y recibí mucho cariño”.
El domingo, vestido de jugador de fútbol americano, participó en la Fiesta de Disfraces en Paraná y ahora sólo espera no tener entrenamiento el domingo 30 para poder ver a su Independiente versus Racing, en el clásico de fútbol de Avellaneda.

Tres anécdotas
De su paso por seis países europeos, Julián Azaad quedó deslumbrado por la belleza de Eslovenia.
“Su capital, Liubliana, es hermosa. Allí montaron un estadio muy bien presentado, con un show de luces, que lo hacían parecer más a una disco”, contó.
También estuvo a gusto con la experiencia en Austria, donde se entrenó con Alexander Huber y Robin Seidl, quienes se ubican entre las 25 mejores duplas del mundo.
Al hablar de sus sensaciones al ver la bandera argentina en el podio, no ocultó su emoción: “Es la misma descripción que hacen todos: vestir la camiseta argentina es un orgullo.
Soy muy amante de mi lugar y representar a mi país implica un compromiso, pero cuando llega el momento del disfrute en un podio, ver a la bandera argentina es muy gratificante”. (Fuente: El Diario)