La educación como prioridad

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*Por Raúl Vergara

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En la última década, la política educativa provincial ha fracasado notablemente, llegando a una realidad muy preocupante. Básicamente esto se da porque el gobierno no ha sabido leer la necesidad del reclamo social con respecto a esta temática y, por consiguiente, no ha generado soluciones. En líneas generales, el resultado ha sido el permanente aumento de la violencia y la delincuencia, que mantiene en vilo a la sociedad.

El objetivo pedagógico del “saber ser” dejó de estar vigente en los contenidos y la resultante es un deterioro significativo en la formación, lo que provocó el fracaso de un gobierno que se gloría a través de los discursos demagógicos, tratando de ocultar la triste realidad del creciente porcentaje de analfabetismo, principalmente en los sectores de menos recursos.

La educación debe alcanzar a todos los ciudadanos en forma igualitaria, con un presupuesto acorde y con un compromiso político alejado de intereses espurios que puedan obstaculizar la verdadera calidad, como ser destinar dinero en gastos profusos con el objeto de financiar campañas políticas. La educación es sumamente prioritaria y por consiguiente no es un gasto, es una inversión.

Hoy seguimos comprobando como las autoridades anuncian con bombos y platillos algunas obras de edificios escolares, cuando en muchos establecimientos viven permanentemente reclamando asistencia sin recibir soluciones en mobiliarios, (banco para los alumnos) artículos de limpieza, arreglos y mantenimientos edilicios, transporte, etc. A esto se le suma la degradación salarial del docente, agregado a la complicidad oficial de la mayoría de los dirigentes gremiales de los sindicatos, los cuales han abandonado a sus afiliados activos y pasivos.

A lo mencionado precedentemente debemos agregar otros factores que no podemos dejar pasar por alto y que se encuentran relacionados con la formación del “saber ser”. Estos son: la droga y los altos valores de violencia que se registran en la escuela y en la vía pública puntualmente. A estas causantes se las debe comenzar a trabajar en el desarrollo de contenidos que impliquen el comienzo de soluciones, compartiendo responsabilidades con la familia como eje básico de la sociedad.

Finalmente, se debe considerar a la escuela como el ámbito donde se aborden las problemáticas de los nuevos desafíos que se presentan, a través de la demanda social y entendiendo a la política educativa como el instrumento primordial para recepcionar las distintas necesidades. Solo de esta forma, aplicaremos las soluciones pedagógicas acordes, con el fin de comenzar a transitar el mejoramiento de la educación, porque la escuela de hoy enseña pero no educa.

 

*Profesor – Integrante del Frente Renovador Entre Ríos