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El director del organismo, Diego Vélez en diálogo con el portal Debate Abierto destacó el compromiso del personal que sostiene el 90% del Instituto Provincial de Discapacidad y la creación de cuatro nuevas juntas evaluadoras. Subrayó que obtener el Certificado Único de Discapacidad (CUD) no es estigmatizante, sino una vía para acceder a derechos esenciales.
Vélez, realizó un balance de la gestión, calificando el año como positivo a pesar del contexto económico complejo que atraviesa la provincia y enfatizó que el IPRODI ha mantenido una trayectoria histórica, cuyo logro se debe en un 90% al personal que integra el instituto, quienes trabajan en forma simultánea tanto en el hogar Fidanza como en la sede central en Paraná.
Uno de los logros destacados es la descentralización de la gestión. El instituto dejó de ser un organismo centralizado para tener puertas abiertas y estar presente en la provincia, recorriendo el territorio. En esta línea, se han creado cuatro juntas evaluadoras que se sumaron a las 17 ya existentes cuando comenzó la gestión.
Todas las juntas y las áreas de discapacidad de los municipios dependen netamente y son financiadas por cada municipio.
Entre los programas que se mantuvieron y ejecutaron, se destaca el programa “Contigo”, considerado el programa emblema del instituto. Además, el IPRODI ha avanzado en la inclusión laboral, la tecnología y ha firmado convenios con la justicia. El programa “A Tu Barrio” ha permitido trabajar y conocer de primera mano las problemáticas y difundir información sobre el Certificado de Discapacidad (CUD).
En cuanto al alcance de su labor, la Agencia Nacional de Discapacidad informó al IPRODI que hay 77.000 personas en la provincia con el Certificado Único de Discapacidad (CUD). De éstos, 55.400 certificados están activos o en vigencia.
Respecto al presupuesto, el IPRODI se sostiene con fondos de la provincia. El único acompañamiento nacional es el FONADIS (Fondo Nacional para la Inclusión Social de las Personas con Discapacidad de Argentina), lo que antes era la ley de cheques. El presupuesto provincial se actualizó, mostrando un incremento de casi un 30% regulado por la parte nacional, lo que permite al instituto trabajar bien, aunque sin un excedente económico.
El CUD: Un Derecho, no un estigma
Vélez hizo un llamado a la sociedad a entender la verdadera naturaleza del Certificado de Discapacidad. Insistió en que el certificado no se entrega por la discapacidad en sí, sino por la secuela que deja la patología que se está tratando. La vigencia del CUD varía según la patología (por ejemplo, los electodependientes o mayores de 65 años no tienen vencimiento).
El mensaje crucial que IPRODI busca transmitir es que obtener el CUD no es estigmatizante, sino que es la vía para que la persona pueda acceder a un derecho o a beneficios frente a una prestadora de salud, como el reconocimiento del tratamiento médico o la medicación necesaria.
“Para 2026, la impronta del instituto seguirá siendo resaltar siempre la capacidad de la persona y no la discapacidad en sí”, cerró Vélez. (Fuente: Debate Abierto)
El IPRODI cierra un año “positivo” y descentraliza su gestión: 77.000 personas con discapacidad en Entre Ríos acceden a sus derechos
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El director del organismo, Diego Vélez en diálogo con el portal Debate Abierto destacó el compromiso del personal que sostiene el 90% del Instituto Provincial de Discapacidad y la creación de cuatro nuevas juntas evaluadoras. Subrayó que obtener el Certificado Único de Discapacidad (CUD) no es estigmatizante, sino una vía para acceder a derechos esenciales.
Vélez, realizó un balance de la gestión, calificando el año como positivo a pesar del contexto económico complejo que atraviesa la provincia y enfatizó que el IPRODI ha mantenido una trayectoria histórica, cuyo logro se debe en un 90% al personal que integra el instituto, quienes trabajan en forma simultánea tanto en el hogar Fidanza como en la sede central en Paraná.
Uno de los logros destacados es la descentralización de la gestión. El instituto dejó de ser un organismo centralizado para tener puertas abiertas y estar presente en la provincia, recorriendo el territorio. En esta línea, se han creado cuatro juntas evaluadoras que se sumaron a las 17 ya existentes cuando comenzó la gestión.
Todas las juntas y las áreas de discapacidad de los municipios dependen netamente y son financiadas por cada municipio.
Entre los programas que se mantuvieron y ejecutaron, se destaca el programa “Contigo”, considerado el programa emblema del instituto. Además, el IPRODI ha avanzado en la inclusión laboral, la tecnología y ha firmado convenios con la justicia. El programa “A Tu Barrio” ha permitido trabajar y conocer de primera mano las problemáticas y difundir información sobre el Certificado de Discapacidad (CUD).
En cuanto al alcance de su labor, la Agencia Nacional de Discapacidad informó al IPRODI que hay 77.000 personas en la provincia con el Certificado Único de Discapacidad (CUD). De éstos, 55.400 certificados están activos o en vigencia.
Respecto al presupuesto, el IPRODI se sostiene con fondos de la provincia. El único acompañamiento nacional es el FONADIS (Fondo Nacional para la Inclusión Social de las Personas con Discapacidad de Argentina), lo que antes era la ley de cheques. El presupuesto provincial se actualizó, mostrando un incremento de casi un 30% regulado por la parte nacional, lo que permite al instituto trabajar bien, aunque sin un excedente económico.
El CUD: Un Derecho, no un estigma
Vélez hizo un llamado a la sociedad a entender la verdadera naturaleza del Certificado de Discapacidad. Insistió en que el certificado no se entrega por la discapacidad en sí, sino por la secuela que deja la patología que se está tratando. La vigencia del CUD varía según la patología (por ejemplo, los electodependientes o mayores de 65 años no tienen vencimiento).
El mensaje crucial que IPRODI busca transmitir es que obtener el CUD no es estigmatizante, sino que es la vía para que la persona pueda acceder a un derecho o a beneficios frente a una prestadora de salud, como el reconocimiento del tratamiento médico o la medicación necesaria.
“Para 2026, la impronta del instituto seguirá siendo resaltar siempre la capacidad de la persona y no la discapacidad en sí”, cerró Vélez. (Fuente: Debate Abierto)