Leido 12 veces
Falleció a los 85 años en un geriátrico de Paraná. Había recibido libertad condicional por su delicada salud. Su historia marcó el ascenso y la caída de un grupo empresario que dejó más de 1.500 damnificados, un perjuicio millonario al fisco y 200 trabajadores en la calle.

Los restos de Artemio Miguel Waigel, empresario quebrado y condenado por la mayor estafa económica de la provincia, fueron depositados el jueves 14 de agosto en el panteón familiar del cementerio católico de Crespo. Tenía 85 años y desde hacía meses atravesaba un delicado estado de salud.
El hermetismo familiar y de allegados fue “casi” absoluto. Según pudo corroborar FM Estación Plus Crespo, su muerte se produjo la semana pasada, en un geriátrico de Paraná, donde había sido trasladado luego de obtener la libertad condicional el 16 de mayo de 2025, otorgada por la jueza Noemí Berros. El beneficio, solicitado por su defensa, se fundamentó en la necesidad de contar con asistencia médica permanente. Hasta entonces, cumplía prisión domiciliaria en su vivienda de Crespo, en el marco de la condena impuesta en 2022 por quiebra e insolvencia fraudulenta, causa que dejó un tendal de más de 1.500 damnificados y un perjuicio millonario también al propio fisco nacional (AFIP, hoy ARCA).
De los camiones de piedra a la “gran empresa”
El apellido Waigel se había convertido, desde mediados del siglo XX, en sinónimo de esfuerzo, progreso y confianza en Crespo. Todo comenzó con Miguel Waigel, padre de Artemio, quien por aquellos años formó parte de Transportes Waigel junto a su hermano Gaspar. Aquella sociedad se dedicaba a trasladar piedra y arena de los arroyos de la región.
Con el tiempo, Miguel se independizó y apostó a un nuevo horizonte: un negocio de ramos generales que pronto incorporó materiales para la construcción. La experiencia previa en el transporte de arena, cal y piedra lo empujó a diversificar la oferta. Fue entonces cuando se sumaron al trabajo familiar sus hijos Artemio y Fermín, quienes serían piezas claves en el posterior crecimiento.
Según detalla el historiador Orlando Britos en un libro de su autoria llamado “Waigel”, con el auge de la avicultura y de otras producciones regionales en la década del ’70, la firma vivió una expansión acelerada: “Miguel Waigel y Cía se convirtió en uno de los principales proveedores del mercado de la construcción, en una etapa de gran dinamismo productivo. Era la única casa organizada que reunía todos los artículos necesarios para edificar. Waigel fue la proveedora más grande de Crespo y de las localidades vecinas. A inicios de los años ’80 ya era la gran empresa, con un ascenso vertiginoso e importante”, describe Britos.
FM Estación Plus Crespo, pudo corroborar que su muerte se produjo la semana pasada, en un geriátrico de Paraná, donde había sido trasladado luego de obtener la libertad condicional el 16 de mayo de 2025.
El imperio y la diversificación
De la venta de materiales, el grupo familiar pasó a desplegar un verdadero conglomerado con doce firmas registradas, que abarcaban rubros diversos: Transwai SRL, Waigel y Cía SRL, Construmix Argentina SRL, Construwai SA, El Legado SRL, F&M Fiduciaria SRL, Strom SRL, Cementos del Paraná SRL, Artemio Waigel SRL, Waigel Comercial SRL, Waigel Hermanos SRL y Bienes del Litoral SA.
Durante años, la expansión estuvo sostenida no solo en la actividad comercial, sino también en maniobras financieras con los ahorros de vecinos de Crespo y de gran parte de la provincia, que confiaban en la solvencia y en la imagen de seriedad de la familia.
En 2009, los hermanos Artemio y Fermín (fallecido en 2012) decidieron separar la administración y repartirse los bienes. La división fue el preludio de un colapso que pronto se volvería público. (Fuente: Estación Plus)
Murió Artemio Waigel, el empresario condenado por la mayor estafa de Entre Ríos
Leido 12 veces
Falleció a los 85 años en un geriátrico de Paraná. Había recibido libertad condicional por su delicada salud. Su historia marcó el ascenso y la caída de un grupo empresario que dejó más de 1.500 damnificados, un perjuicio millonario al fisco y 200 trabajadores en la calle.
Los restos de Artemio Miguel Waigel, empresario quebrado y condenado por la mayor estafa económica de la provincia, fueron depositados el jueves 14 de agosto en el panteón familiar del cementerio católico de Crespo. Tenía 85 años y desde hacía meses atravesaba un delicado estado de salud.
El hermetismo familiar y de allegados fue “casi” absoluto. Según pudo corroborar FM Estación Plus Crespo, su muerte se produjo la semana pasada, en un geriátrico de Paraná, donde había sido trasladado luego de obtener la libertad condicional el 16 de mayo de 2025, otorgada por la jueza Noemí Berros. El beneficio, solicitado por su defensa, se fundamentó en la necesidad de contar con asistencia médica permanente. Hasta entonces, cumplía prisión domiciliaria en su vivienda de Crespo, en el marco de la condena impuesta en 2022 por quiebra e insolvencia fraudulenta, causa que dejó un tendal de más de 1.500 damnificados y un perjuicio millonario también al propio fisco nacional (AFIP, hoy ARCA).
De los camiones de piedra a la “gran empresa”
El apellido Waigel se había convertido, desde mediados del siglo XX, en sinónimo de esfuerzo, progreso y confianza en Crespo. Todo comenzó con Miguel Waigel, padre de Artemio, quien por aquellos años formó parte de Transportes Waigel junto a su hermano Gaspar. Aquella sociedad se dedicaba a trasladar piedra y arena de los arroyos de la región.
Con el tiempo, Miguel se independizó y apostó a un nuevo horizonte: un negocio de ramos generales que pronto incorporó materiales para la construcción. La experiencia previa en el transporte de arena, cal y piedra lo empujó a diversificar la oferta. Fue entonces cuando se sumaron al trabajo familiar sus hijos Artemio y Fermín, quienes serían piezas claves en el posterior crecimiento.
Según detalla el historiador Orlando Britos en un libro de su autoria llamado “Waigel”, con el auge de la avicultura y de otras producciones regionales en la década del ’70, la firma vivió una expansión acelerada: “Miguel Waigel y Cía se convirtió en uno de los principales proveedores del mercado de la construcción, en una etapa de gran dinamismo productivo. Era la única casa organizada que reunía todos los artículos necesarios para edificar. Waigel fue la proveedora más grande de Crespo y de las localidades vecinas. A inicios de los años ’80 ya era la gran empresa, con un ascenso vertiginoso e importante”, describe Britos.
FM Estación Plus Crespo, pudo corroborar que su muerte se produjo la semana pasada, en un geriátrico de Paraná, donde había sido trasladado luego de obtener la libertad condicional el 16 de mayo de 2025.
El imperio y la diversificación
De la venta de materiales, el grupo familiar pasó a desplegar un verdadero conglomerado con doce firmas registradas, que abarcaban rubros diversos: Transwai SRL, Waigel y Cía SRL, Construmix Argentina SRL, Construwai SA, El Legado SRL, F&M Fiduciaria SRL, Strom SRL, Cementos del Paraná SRL, Artemio Waigel SRL, Waigel Comercial SRL, Waigel Hermanos SRL y Bienes del Litoral SA.
Durante años, la expansión estuvo sostenida no solo en la actividad comercial, sino también en maniobras financieras con los ahorros de vecinos de Crespo y de gran parte de la provincia, que confiaban en la solvencia y en la imagen de seriedad de la familia.
En 2009, los hermanos Artemio y Fermín (fallecido en 2012) decidieron separar la administración y repartirse los bienes. La división fue el preludio de un colapso que pronto se volvería público. (Fuente: Estación Plus)