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Grosiean instaló su emisora en una zona desprovista de comunicación local. Corría el año 1994.
¿Una radio en medio del campo? No fueron pocos los que le hicieron la misma pregunta cuando se enteraron que el hombre estaba por iniciar un emprendimiento comunicacional en plena zona rural. En medio del campo.
“Sí” era su respuesta. Sin dudarlo, el hombre aseguraba ante cada consulta: “Instalaré una emisora en el campo”. Más de uno quedaba sorprendido con la noticia.
Andrés Grosiean, de él se trata esta historia, fundó en mayo de 1.994 “FM Rural, la cantora del monte”. No lo hizo en una gran ciudad ni en un pueblo chico. Lo hizo en la zona rural de Crucecitas Séptima, en el profundo departamento Nogoyá.
“Si Ud. Mira en derredor, esto es chacra y monte. Hasta aquí cerca en la costa del arroyo Moreyra, todavía tenemos vestigios de la selva de Montiel, pero la ubicación de esta emisora responde a una inmejorable situación geográfica. Con el equipo actual estamos cubriendo una extensa zona que va desde Viale hasta Raíces Oeste y en sentido Norte Sur, vamos desde Tabossi-Santa Luisa, hasta el Pueblito en las cercanías de Nogoyá”, diría Grosiean en una entrevista realizada luego que su emprendimiento viera la luz.
FM “Cantora del monte” logró importante audiencia en establecimientos agropecuarios, tambos, almacenes de campo y escuelas rurales de una amplia región entrerriana. Una zona donde prácticamente no llegaban por entonces las radios de localidades cercanas.
Sobre llovido, mojado
Durante 2.002, en plena crisis del país, una fuerte tormenta azotó la zona rural de Crucecitas. Y además de voladura de árboles, caída de postes y cables cortados, el fuerte viento de aquella madrugada, también tiró abajo una antena. Se trataba de la estructura de transmisión de la Cantora del monte.
Aquel hecho, sumado a las dificultades propias del rubro publicitario por la crisis económica, no hicieron más que complicar las cosas. Al poco tiempo, la radio que había nacido para llevar voz y música a la gente de campo, se apagaba para ya no volver.
Perfil de un hombre culto
Andrés Grosiean trabajó 32 años en radio LT 14 y 42 años en la administración pública, casi siempre como periodista.
Además, fue editor del periódico de la Federación industrial de Entre Ríos e integrante del área de Prensa de la Municipalidad de Paraná.
De sólida formación cultural, Grosiean aprendió a manejar tres idiomas, principalmente, durante su paso por el seminario: latín, griego y francés. (Fuente: Análisis Digital)
La historia del entrerriano que le puso voz al campo y creó una radio en pleno monte
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Grosiean instaló su emisora en una zona desprovista de comunicación local. Corría el año 1994.
¿Una radio en medio del campo? No fueron pocos los que le hicieron la misma pregunta cuando se enteraron que el hombre estaba por iniciar un emprendimiento comunicacional en plena zona rural. En medio del campo.
“Sí” era su respuesta. Sin dudarlo, el hombre aseguraba ante cada consulta: “Instalaré una emisora en el campo”. Más de uno quedaba sorprendido con la noticia.
Andrés Grosiean, de él se trata esta historia, fundó en mayo de 1.994 “FM Rural, la cantora del monte”. No lo hizo en una gran ciudad ni en un pueblo chico. Lo hizo en la zona rural de Crucecitas Séptima, en el profundo departamento Nogoyá.
“Si Ud. Mira en derredor, esto es chacra y monte. Hasta aquí cerca en la costa del arroyo Moreyra, todavía tenemos vestigios de la selva de Montiel, pero la ubicación de esta emisora responde a una inmejorable situación geográfica. Con el equipo actual estamos cubriendo una extensa zona que va desde Viale hasta Raíces Oeste y en sentido Norte Sur, vamos desde Tabossi-Santa Luisa, hasta el Pueblito en las cercanías de Nogoyá”, diría Grosiean en una entrevista realizada luego que su emprendimiento viera la luz.
FM “Cantora del monte” logró importante audiencia en establecimientos agropecuarios, tambos, almacenes de campo y escuelas rurales de una amplia región entrerriana. Una zona donde prácticamente no llegaban por entonces las radios de localidades cercanas.
Sobre llovido, mojado
Durante 2.002, en plena crisis del país, una fuerte tormenta azotó la zona rural de Crucecitas. Y además de voladura de árboles, caída de postes y cables cortados, el fuerte viento de aquella madrugada, también tiró abajo una antena. Se trataba de la estructura de transmisión de la Cantora del monte.
Aquel hecho, sumado a las dificultades propias del rubro publicitario por la crisis económica, no hicieron más que complicar las cosas. Al poco tiempo, la radio que había nacido para llevar voz y música a la gente de campo, se apagaba para ya no volver.
Perfil de un hombre culto
Andrés Grosiean trabajó 32 años en radio LT 14 y 42 años en la administración pública, casi siempre como periodista.
Además, fue editor del periódico de la Federación industrial de Entre Ríos e integrante del área de Prensa de la Municipalidad de Paraná.
De sólida formación cultural, Grosiean aprendió a manejar tres idiomas, principalmente, durante su paso por el seminario: latín, griego y francés. (Fuente: Análisis Digital)