Cresto pidió reconstruir al peronismo con otros nombres

Leido 11 veces

El ex intendente de Concordia y actual diputado provincial, Enrique Cresto habló sobre la realidad partidaria provincial, aunque sin referirse al escándalo suscitado tras la detención del exsenador nacional Edgardo Kueider en Paraguay. Luego de un tiempo sin hablar en los medios, salió del modo avión para abrazar a Daniel Rossi y Héctor Maya. Ese abrazo como el del oso, es para decirles que se corran de sus candidaturas, que hay que “reconstruir el peronismo con otros nombres”. Lo único que le faltó decir es, “vayamos con Guillermo Michel, el niño bonito de ojos claros y de traje”.

cresto

Para Cresto, hasta ahora, “no hubo reconstrucción del peronismo en todos estos años, lo que sucedió fueron herencias”, dice y enseguida se remonta al 2007 cuando tenía 31 años y decidió desafiar al PJ oficialista. “Julio Solanas expresaba otra cosa. Entendíamos que había que gestionar la cosa pública con responsabilidad. No es casualidad que no estemos en la causa contratos truchos o ATER. No tenemos causas, y eso que en mi caso han dicho barbaridades un montón de veces”, repasa el ex intendente de Concordia en dos oportunidades. Y retoma: “El Pato era la continuidad de Busti, como Gustavo Bordet la del Pato y el Beto (Adán Bahl) la de Bordet. Todas continuidades y, el año pasado, la gente quería un cambio”.

Cresto se muestra como un dirigente que pudo haber sido “un cambio” y no fue elegido. “La gente pidió un cambio y Bordet eligió a Beto, que era continuidad. No había en esa propuesta la decisión de tocar algo. Nosotros, en 2007, ya hablábamos de problemas que finalmente terminó atendiendo Rogelio Frigerio, como el Iosper o la Caja de Jubilaciones. Y Julio no era un dirigente recién llegado, era el intendente de la capital provincial por segunda vez”.

El diputado de Concordia reconoce la crisis del peronismo y la necesidad “urgente” de reconstrucción. “El año que viene el peronismo no puede elegir candidatos pescando en la pecera. Tenemos que reconstruir el peronismo con otros nombres. Lo digo por mí, que soy parte del problema”, señaló.

Su definición invita a preguntar sobre el encuentro que se llevó adelante este sábado en San Salvador, convocado por Domingo Daniel Rossi y Hugo Berthet. “Está todo bien que se haya creado un ámbito de debate. Incluso del Dani no se puede decir nada, fue elegido siete veces en su ciudad y es ahí, en tu ciudad, donde mejor se conoce a un dirigente, pero insisto con lo de la pecera”. Y agregó: “La reconstrucción no es el Dani, no es Mayita (Héctor Maya) y no soy yo. Haber llegado hasta acá no nos exime a ninguno”, apuntó Cresto.

Si uno se detiene a observar lo que dice Cresto entre líneas, se ve a las claras que sus declaraciones, luego de haber pasado un tiempo sin hablar en los medios, tiene una directriz que lleva a pensar que sus declaraciones tienen un sentido práctico y es funcional a la “camarilla pejotista” que se quieren eternizar en el poder, ya sea manejando el Partido Justicialista a nivel provincial, o a través de los diputados provinciales que puso a dedo el ex gobernador Gustavo Bordet, o con la Liga de Intendentes del PJ que maneja Rosario Romero o los denominados intendentes sub 40 como le gustan a Eduardo Lauritto. No hay que olvidarse que en la rosca provincial, cuando se arma el PJ provincial, Enrique Cresto logró entronizar en el Partido a su hermana, Mayda Cresto y a Aldo Alvarez. A la rosca le dicen “consenso” de dirigentes, una manera exquisita de dejar afuera a los que realmente quieren un recambio de prácticas y caras en el peronismo.

El tiempo dirá. Cresto hoy es una pieza importante del entramado del poder. Por algo está de diputado provincial. Seguramente acompañará a los candidatos que impulse la “camarilla pejotista”, pensando que en el 2027 puede volver a tener el protagonismo que supo tener. Pero esto es política, no futurología. Si hubiera elecciones mañana, al PJ lo llamarían hotel tres estrellas: “cuarto cómodo”. (Fuente: Página Política)

Publicar un Comentario

Debes iniciar una sesión para escribir un comentario.