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“La crisis del sistema de salud se agravó aún más con la devaluación: el desabastecimiento de insumos y la falta de profesionales son dos de las falencias más grandes”, afirmaron desde el Comité Provincial de la UCR. Cirugías que se reprograman, tratamientos que se interrumpen y un notable aumento de la automedicación son señales de alarma de un sistema deficitario.
La crisis por la que atraviesa el país no sólo se evidencia por los elevados índices de inflación que se ponen de manifiesto en la economía doméstica, sino que también está afectando seriamente al sistema público y privado de salud.
“El desabastecimiento de insumos, de medicamentos y de descartables atenta contra la salud de toda la población: afecta a quienes acuden a centros de salud y hospitales públicos, a los que están cubiertos por obras sociales e incluso a quienes tienen la posibilidad de acceder a una prepaga. Todos, en mayor o menor medida, somos víctimas de una crisis que lastima, que hiere y muchas veces mata”, expresaron desde el Comité.
Cirugías programadas que se postergan, tratamientos que se interrumpen y la exigencia de abonar un plus cada vez más abultado por una consulta son algunas de las vicisitudes por las que deben atravesar los entrerrianos que ven carcomidos un derecho básico: la salud.
“Las obras sociales y las prepagas abonan un valor que no coincide con el índice de inflación mensual y -salvo el Iosper- pagan con un retraso de entre tres y cinco meses, por lo que el valor que cobran se deprecia hasta un 50”, afirmaron desde el Comité Provincial al dar cuenta de uno de los problemas por los que están atravesando las clínicas, un sector que está en crisis y que ahora deberá afrontar el pago de la suma fija de 60 mil pesos definida por el Gobierno nacional.
Otra de las advertencias de la UCR es que “las obras sociales no están autorizando las prestaciones, ya sean de alta, media o baja complejidad” y aseguraron que “los médicos auditores están en su mayoría aleccionados para cumplir con esto”.
La falta de personal calificado es otra de las falencias que marcan y lo atribuyen a que gran parte de los médicos opta por la atención privada y eso genera una faltante de profesionales clave como anestesistas, pediatras, terapistas, fonoudiólogos, etc.
Al señalar otra de las dificultades del sistema sanitario, manifestaron que “en muchos casos para realizar una consulta la gente debe movilizarse y no hay unidades públicas ni privadas que garanticen traslados hacia sedes hospitalarias que tengan el equipamiento y el personal suficiente”.
Finalmente, marcaron que “el empobrecimiento extremo de la población genera que muchas personas decidan postergar las consultas médicas habitúales” y opten por automedicarse incluso en casos extremos, muchos de los cuales fueron generados por patologías surgidas a partir de Covid.(Fuente: Comité Provincial UCR)
La UCR Entre Ríos advirtió que la devaluación agravó la crisis del sistema de salud
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“La crisis del sistema de salud se agravó aún más con la devaluación: el desabastecimiento de insumos y la falta de profesionales son dos de las falencias más grandes”, afirmaron desde el Comité Provincial de la UCR. Cirugías que se reprograman, tratamientos que se interrumpen y un notable aumento de la automedicación son señales de alarma de un sistema deficitario.
La crisis por la que atraviesa el país no sólo se evidencia por los elevados índices de inflación que se ponen de manifiesto en la economía doméstica, sino que también está afectando seriamente al sistema público y privado de salud.
“El desabastecimiento de insumos, de medicamentos y de descartables atenta contra la salud de toda la población: afecta a quienes acuden a centros de salud y hospitales públicos, a los que están cubiertos por obras sociales e incluso a quienes tienen la posibilidad de acceder a una prepaga. Todos, en mayor o menor medida, somos víctimas de una crisis que lastima, que hiere y muchas veces mata”, expresaron desde el Comité.
Cirugías programadas que se postergan, tratamientos que se interrumpen y la exigencia de abonar un plus cada vez más abultado por una consulta son algunas de las vicisitudes por las que deben atravesar los entrerrianos que ven carcomidos un derecho básico: la salud.
“Las obras sociales y las prepagas abonan un valor que no coincide con el índice de inflación mensual y -salvo el Iosper- pagan con un retraso de entre tres y cinco meses, por lo que el valor que cobran se deprecia hasta un 50”, afirmaron desde el Comité Provincial al dar cuenta de uno de los problemas por los que están atravesando las clínicas, un sector que está en crisis y que ahora deberá afrontar el pago de la suma fija de 60 mil pesos definida por el Gobierno nacional.
Otra de las advertencias de la UCR es que “las obras sociales no están autorizando las prestaciones, ya sean de alta, media o baja complejidad” y aseguraron que “los médicos auditores están en su mayoría aleccionados para cumplir con esto”.
La falta de personal calificado es otra de las falencias que marcan y lo atribuyen a que gran parte de los médicos opta por la atención privada y eso genera una faltante de profesionales clave como anestesistas, pediatras, terapistas, fonoudiólogos, etc.
Al señalar otra de las dificultades del sistema sanitario, manifestaron que “en muchos casos para realizar una consulta la gente debe movilizarse y no hay unidades públicas ni privadas que garanticen traslados hacia sedes hospitalarias que tengan el equipamiento y el personal suficiente”.
Finalmente, marcaron que “el empobrecimiento extremo de la población genera que muchas personas decidan postergar las consultas médicas habitúales” y opten por automedicarse incluso en casos extremos, muchos de los cuales fueron generados por patologías surgidas a partir de Covid.(Fuente: Comité Provincial UCR)