No hay nada más engañoso que un hecho obvio

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*Por Paola Rubattino

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No hay nada más engañoso que un hecho obvio, y la visita del diputado nacional, Rogelio Frigerio, junto a la exgobernadora María Eugenia Vidal, hablándole a la educación pública, refleja la obviedad de aquello que se oculta y no se ve, pero bien se huele. Cualquiera de nosotros conoce el dicho: ¿Has visto un elefante detrás de una margarita? No ¿Viste que bien se esconde?

Lo que se esconde, es lo que aparece a gritos. El día lunes pudimos ver la presencia de los mencionados legisladores nacionales por la Alianza Cambiemos, en el auditorio del Rectorado de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, convocados por el rector Luciano Filipuzzi, pretendiendo con esta invitación, claramente, posicionar electoralmente a “sus candidatos” en nuestra querida provincia de Entre Ríos. Candidatos que, vale remarcar, son “porteños” y que nada o poco tienen que ver con nuestra idiosincrasia entrerriana.

Estos dirigentes políticos, hoy se presentan en el Rectorado de la Universidad entrerriana, intentando exponer “con palabras” lo que no hicieron en los hechos cuando les tocó ser gobernadora de la Provincia de Buenos Aires a Vidal y ministro del Interior a Frigerio; e incluso hoy continúan en la misma tesitura, bastardeando la educación superior como pilar fundacional de una República, negándose a dar el quórum necesario en la Cámara de Diputados nacional para tratar en la última sesión la creación de nuevas universidades públicas, y entre ellas, la Juan L. Ortiz para nuestra Provincia. Todos los ciudadanos seguimos pagando las consecuencias de sus decisiones cuando les tocó gobernar y ahora cuando les toca ser oposición.

Si nos remitimos a la historia reciente en nuestro país, sorprende, que María Eugenia Vidal, ex gobernadora por la Provincia de Buenos Aires durante el período 2015-1019, quiera dar cátedra y lineamientos a seguir en materia de Educación, siendo que durante su gestión, como así también la de Mauricio Macri como Presidente de la Nación, resultaron ser los principales responsables del desfinanciamiento, vaciamiento, y deterioro con el que se daba respuestas a los problemas educativos. Mientras fue gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, llevó a cabo una política de reforma educativa que incluyó la reorganización y el cierre de muchas escuelas y jardines de infantes. Según datos oficiales, se cerraron alrededor de 200 escuelas durante su mandato. Específicamente, en 2018, María Eugenia Vidal, cerró 49 escuelas rurales, 10 de ellas en el Delta por baja matrícula, dejando de lado la particularidad que tienen quienes viven y trabajan en ámbitos con esa geografía. Además, según los datos oficiales de la Provincia de Buenos Aires, ese mismo año, hubo 290 unidades educativas estatales menos que en 2015. Al mismo tiempo, cerraron 350 modalidades en la educación de jóvenes y adultos.-

Recuerdo una pregunta que se hizo durante un discurso la ex gobernadora bonaerense respecto a las Universidades Públicas, y que decía: “¿Es de equidad que durante años hayamos poblado la provincia de Buenos Aires de universidades públicas, cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la Universidad?” Como así también otro tristemente recordado discurso, que hace eco hasta estos días, en el que hacía referencia a quienes tienen que “caer” en la educación pública o el “¿Qué es esto de Universidades por todos lados?”. No son novedad sus pensamientos, sus ideas. Los conocemos. Sabemos lo que son capaces de decir, pero sobre todo de lo que son capaces de hacer, porque ya lo hicieron: recortes sistemáticos en las partidas presupuestarias para educación, cierre de establecimientos y baja de programas educativos, como así también pérdida de fuentes laborales y represión para con las y los trabajadores del sector. En rigor de verdad, Vidal y Frigerio descreen del rol social que tienen las Universidades Públicas y del principio de igualdad de oportunidades en el acceso a las mismas. Son unos convencidos de que lo público siempre resulta ineficiente, y que el Estado debe reducir al mínimo sus funciones. En suma, educación para unos pocos en detrimento de las enormes mayorías, sobre todo de aquellos hijos e hijas de trabajadores y trabajadoras que aspiran a participar en la Universidad Pública.

Parafraseando a Simone de Beauvoir, y teniendo en cuenta la trayectoria del pensamiento del candidato Rogelio Frigerio y la Ex Gobernadora Vidal, sostengo “las promesas han sido cumplidas, hemos sido estafados”.

Estoy totalmente convencida de que la Universidad Pública y Gratuita no sólo es un derecho, sino que además, es sinónimo de oportunidades, de progreso, de futuro, fuente inagotable de pensamiento crítico hacia todo aquello que nos rodea, como así también de todo aquello que podemos transformar y construir para vivir en una sociedad más justa e igualitaria.

Por eso confío en los estudiantes movilizados, que a través de éste pensamiento crítico, defiendan la Universidad Pública, dotándola de trayectorias y saberes, respecto de aquellos políticos que empuñan las ideas, a favor o en contra de ella.

 

*Diputada Provincial Frente Creer