Entre el devastador escenario de sequía que golpea a distintos eslabones de la cadena productiva y el delicado equilibrio que debe mantener en la relación con la dirigencia del campo, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, accedió a una entrevista para repasar el rumbo de la gestión, a cinco meses de haber asumido como parte del gabinete económico del superministro Sergio Massa.
Massa – Bahillo
“Las políticas van a ser mucho más certeras si nos dejamos ayudar”, dijo el funcionario, entre sus definiciones más salientes.
—Asumió el desafío de atender las problemáticas del campo, un sector que históricamente supo tener conflictos con la dirigencia política, ¿cómo manejó esa relación desde un cargo estratégico?
—La relación fue con los representantes de todos los sectores productivos, por ahí la que más visibilidad tiene es la Mesa de Enlace. Pero más allá de esa organización están las Cámaras Empresariales que representan a las economías regionales y a otros sectores productivos. Con todos tenemos un buen diálogo, tratamos de establecer una agenda de trabajo conjunta, esa es la dinámica que nos marca el ministro Massa. Somos quienes tenemos llevar adelante las decisiones y las políticas, las mismas seguramente van a ser mucho más certeras si nos dejamos ayudar por quienes representan a los sectores productivos. No concibo otra manera de llevar adelante la función pública si no se da en un marco de diálogo con los sectores de la sociedad civil, en este caso con las entidades de la producción.
—De las metas políticas que se había fijado para la nueva función, ¿las pudo cumplir en estos meses?
—Nos habíamos trazado tres o cuatro objetivos, que tiene que ver que todas las medidas que tomemos o los análisis que hagamos de los sectores productivos deben sumarle una mirada a la cadena de valor. Hay que entender que la producción primaria tiene un encadenamiento hacia la industrialización, la distribución, la comercialización, el comercio interno y externo. Hay que tener una mirada de cadena y entender que tenemos que generar medidas para que todos los eslabones de esa cadena sean sostenibles económicamente en el tiempo: porque cuando un eslabón se apropia de la rentabilidad del otro la cadena entra en crisis y al final pierden todos. Si el mercado ordena a la cadena, mejor. No soy prejuicioso de ninguna manera, pero el mercado no siempre ordena de manera equilibrada y armónica, y es ahí donde tiene que estar el Estado, corrigiendo esas asimetrías. Por lo general, cuando una cadena entra en tensión con los distintos eslabones el más vulnerable termina siendo el productor. Los demás eslabones tienen la posibilidad de trasladar a precios mayores costos, contingencias que le puedan surgir. En cambio el productor, no maneja el valor de sus productos y en ese sentido es el más vulnerable. Hay que devolverle competitividad a las economías regionales, porque hay algunas alícuotas retenciones que están pendientes. Las mismas son tan importantes como los cultivos de la Región Centro o de la Región Pampeana, ya sea por el volumen y el tonelaje de la producción que genera, y las economías regionales son importantes por la mano de obra que ocupa y por el arraigo y el valor agregado en origen que genera. Después hay una agenda en conjunto con Ciencia y Técnica, con la economía del conocimiento. Entendemos que tenemos producir más, impactando menos, manteniendo la sostenibilidad ambiental, tenemos muchos productores con mucha inversión tecnológica que son muy eficientes. Hay que avanzar con la tecnología del riego, porque hay adaptar los procesos productivos y darle mayor resiliencia ante las manifestaciones claras del cambio climático.
—¿El sector tambero es el más afectado por el cambio climático?
—El tambero y la ganadería bovina. El tambero por ahí se resiente más, es más visible, porque mide su productividad todos los días en la varilla del tanque de leche, sabe cómo afecta el calor. La leche más barata es la sacada a pasto, por eso cuando no hay pasto hay que buscar subproductos como el afrechillo de arroz, afrechillo de trigo, alimentos balanceados, para reemplazar al pasto. Y eso encarece la dieta y si no hay disponibilidad del capital de trabajo, no se alimenta bien la vaca.
Las claves del Presupuesto
—¿Qué se prioriza en cuanto a la realidad de los diferentes sectores en el Presupuesto 2023?
—Si bien tenemos distintos programas para asistir a las distintas cadenas, hoy estamos mirando fuertemente el presupuesto que tenemos para emergencia; la Ley de Emergencia prevé 500 millones de pesos, lo cual es absolutamente insuficiente. La normativa fija un monto de emergencia para todo el país de manera nominal, pero ha quedado absolutamente atrasado. Hoy tenemos 3.400 millones de pesos por la Ley de Emergencia y tenemos 13.000 millones de pesos por otro programa que también es para prevención y mitigación de efectos de emergencias agropecuarias. También tenemos el Plan Ganadero, que es de 12.000 millones de pesos, cuyo objetivo es fortalecer al productor ganadero para que sea más eficiente y más competitivo. Tenemos productores ganaderos de punta, y están aquellos a los que falta incorporar manejo genético y de pastura, mejor servicio de aguada, enfermedades venéreas y planes sanitarios. Este Plan Ganadero viene a fortalecer a ese productor que en términos de competitividad está un poco más atrasado y que en general es el pequeño productor. Eso se canaliza a través de las provincias y en el caso de Entre Ríos ya firmamos 400 millones de pesos. . No perdemos de vista el mediano plazo, que es además desarrollar el mercado externo, generar condiciones de competitividad y crediticias para que los productores puedan producir más.
El escenario electoral
—¿Tiene en mente qué será de su futuro político en diciembre, teniendo en cuenta que su nombre surge en la carrera como posible candidato a gobernador de Entre Ríos?
—No tengo un único plan, obviamente quisiera seguir en política, pero es aleatorio. Y hoy por hoy, soy franco, tenemos toda la energía puesta en llevar adelante la gestión de la Secretaría. Hace apenas 100 días que asumí, me parece que no sería prudente de mi parte, sería de alguna manera faltar al compromiso que uno genera con la sociedad teniendo una responsabilidad de estas características estar pensando en términos electorales. No niego que es un año electoral y que esto se va a venir; ya se vendrá el cronograma electoral y veremos. Pero hoy por hoy, hablando de campaña, la campaña que más preocupa es la del maíz y de la soja, que están en una incertidumbre importante debido a la falta de lluvias.
—Es un tema que en su visita a Entre Ríos el ministro Massa, no en forma directa, pero descartó estar trabajando para una posible candidatura. ¿Quizás es algo que pudo haber hablado con el gobernador? Aunque es cierto que ha expresado que no es momento de hablar de candidaturas.
—Coincido con Gustavo, creo que en este país en tres o cuatro meses en términos políticos lamentablemente es mediano plazo. Y que tenemos mucho por hacer y mucho por dedicarle a la gestión. Nuestra responsabilidad es estar cerca de los sectores productivos, de los pequeños y medianos productores, tratando de dar respuesta o conteniendo la problemática que tienen. Pero no estoy pensando en términos electorales, me sentiría muy incómodo.
—Entonces ratifica que va a seguir ligado a la actividad política.
—Uno de la política se va por decisión propia, cuando la gente te manda a tu casa con el voto. En mi caso mi intención es seguir en política.
—¿Qué pasa si lo convoca Massa para un proyecto nacional?
—No, no lo he pensado. Honestamente estamos abocados a esto, Massa tiene una dinámica de trabajo realmente importante: trabaja 14 horas por día y se apoya en un trabajo en equipo. Y le exige eso a sus colaboradores; sabemos que en abril o mayo vendrán tiempos electorales o de otras definiciones, ahí la evaluaremos. Pero tenemos toda la energía puesta en la Secretaría.
Campañas de la soja y maíz
—Mencionó el seguimiento que se está haciendo de la campaña de la soja y del maíz, ¿cuál es el diagnóstico de la cuestión?
—Estamos siguiendo de cerca el ritmo de siembra, que obviamente en estos días está prácticamente parado. A veces hay unas pequeñas lluvias, que son insuficientes pero que generan cierto optimismo y algunos productores aprovechan para sembrar. Estamos viendo que los maíces tempranos, sobre todo en Entre Ríos, en la zona de Córdoba y Santa Fe, están con una merma importante: han quedado petisos, por decirlo de una manera poco académica. Hubo una buena cantidad de plantas pero la falta de lluvias hizo que no tenga el desarrollo. Están en etapa de floración o o ya están saliendo de la floración y no le ha llovido lo suficiente, por lo cual hemos tenido una merma en el rendimiento. Por el lado de la soja, tenemos realidades más dispares, ninguna espectacular, pero no es una situación tan compleja como en el maíz. Esto no nos permite avanzar para cerrar la evaluación de la situación; todavía tenemos algunos días para la siembra.
—¿Cuánto tiempo?
—Hasta el 20 o 25 de enero se puede forzar la fecha de siembra. La fecha tope sería el 15 de enero pero podemos abrir una ventana si hay lluvias que acompañen. Una vez que tengamos la superficie sembrada, ahí se podrá hacer una evaluación del estado de los cultivos, el desarrollo y el nacimiento. Ya estamos trabajando porque la Secretaría tiene 40 delegaciones en todo el país, que hacen la evaluación en el territorio y hacen la estimaciones agropecuarias con técnicos muy bien formados, siendo los informes bastantes certeros.
—Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la sequía provocó que Argentina perdiera el 25% de la soja.
—Lo vamos a ver, porque lo estamos evaluando. Somos respetuoso de la Bolsa de Comercio de Rosario porque es una institución muy seria y muy respetable, pero mi obligación como funcionario público es tener la información pública. Respecto a la cantidad de hectáreas que no se van a sembrar, nosotros preferimos esperar. Por ahí si llueve estos días no vamos a recuperar ese porcentaje de hectáreas, pero se puede achicar ese número. Con la cosecha de trigo pasó exactamente lo mismo: distintas Bolsas, inclusive algunas estimaciones privadas y la de la Secretaría no coincidían. La cosecha de trigo terminó en 13,4 millones de toneladas, más cerca del número nuestro que el de ellos, afortunadamente. La verdad acá no es quien tenga la razón. No veo en las Bolsas una cuestión de quien tiene la razón, porque nos complementamos y trabajamos bien. Hacen un aporte a la transparencia de la comercialización.
La meta de la inflación
Bahillo recordó el punto de partida de la gestión de Sergio Massa y su equipo de trabajo con un escenario macroeconómico adverso. “La situación cuando asumimos era crítica, reconozcamos que el país venía de experimentar los cambios de Ministros de Economía en 20 días y había un incertidumbre importante, que generaba inclusive angustia en la gente. El dólar había subido de manera importante y la brecha se había duplicado en un término de 20 días, el riesgo país había crecido de manera importante y se había cortado el vínculo con los organismos multilaterales de crédito. Mientras que el déficit era importante, a la par que las reservas del Banco Central eran escasas. Si no somos sinceros y no reconocemos ese punto de partida, aún con lo crítico que era, no estamos siendo honestos con la gente”, enfatizó.
Explicó que en esta coyuntura “el Gobierno ha trazado una hoja de ruta, que ha tenido tensiones, algunos inconvenientes transitorios, pero que indudablemente los objetivos se van cumpliendo: el riesgo país ha bajado, se reconstituyeron las reservas del Banco Central, la inflación entró en una tendencia decreciente y se restablecieron los vínculos con los organismo multilaterales de crédito. Todo eso genera mejores condiciones macroeconómicas, lo cual es un medio no es un fin. Eso da previsibilidad y ordenamiento a las decisiones de los actores del sector privado para que inviertan y para que sigan produciendo, y que este país siga creciendo. Si digo que está todo bien, sería mentirme, engañarme y mentirle a la gente, pero no es esa nuestra mirada. Estamos mucho mejor que en julio”. Sobre la evolución de la inflación para los primeros meses del año proyectó que “la aspiración es tener una inflación menor a 4% en marzo”.
(Fuente: Diario Uno)
Bahillo: “No estoy pensando en términos electorales”
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Entre el devastador escenario de sequía que golpea a distintos eslabones de la cadena productiva y el delicado equilibrio que debe mantener en la relación con la dirigencia del campo, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, accedió a una entrevista para repasar el rumbo de la gestión, a cinco meses de haber asumido como parte del gabinete económico del superministro Sergio Massa.
Massa – Bahillo
“Las políticas van a ser mucho más certeras si nos dejamos ayudar”, dijo el funcionario, entre sus definiciones más salientes.
—Asumió el desafío de atender las problemáticas del campo, un sector que históricamente supo tener conflictos con la dirigencia política, ¿cómo manejó esa relación desde un cargo estratégico?
—La relación fue con los representantes de todos los sectores productivos, por ahí la que más visibilidad tiene es la Mesa de Enlace. Pero más allá de esa organización están las Cámaras Empresariales que representan a las economías regionales y a otros sectores productivos. Con todos tenemos un buen diálogo, tratamos de establecer una agenda de trabajo conjunta, esa es la dinámica que nos marca el ministro Massa. Somos quienes tenemos llevar adelante las decisiones y las políticas, las mismas seguramente van a ser mucho más certeras si nos dejamos ayudar por quienes representan a los sectores productivos. No concibo otra manera de llevar adelante la función pública si no se da en un marco de diálogo con los sectores de la sociedad civil, en este caso con las entidades de la producción.
—De las metas políticas que se había fijado para la nueva función, ¿las pudo cumplir en estos meses?
—Nos habíamos trazado tres o cuatro objetivos, que tiene que ver que todas las medidas que tomemos o los análisis que hagamos de los sectores productivos deben sumarle una mirada a la cadena de valor. Hay que entender que la producción primaria tiene un encadenamiento hacia la industrialización, la distribución, la comercialización, el comercio interno y externo. Hay que tener una mirada de cadena y entender que tenemos que generar medidas para que todos los eslabones de esa cadena sean sostenibles económicamente en el tiempo: porque cuando un eslabón se apropia de la rentabilidad del otro la cadena entra en crisis y al final pierden todos. Si el mercado ordena a la cadena, mejor. No soy prejuicioso de ninguna manera, pero el mercado no siempre ordena de manera equilibrada y armónica, y es ahí donde tiene que estar el Estado, corrigiendo esas asimetrías. Por lo general, cuando una cadena entra en tensión con los distintos eslabones el más vulnerable termina siendo el productor. Los demás eslabones tienen la posibilidad de trasladar a precios mayores costos, contingencias que le puedan surgir. En cambio el productor, no maneja el valor de sus productos y en ese sentido es el más vulnerable. Hay que devolverle competitividad a las economías regionales, porque hay algunas alícuotas retenciones que están pendientes. Las mismas son tan importantes como los cultivos de la Región Centro o de la Región Pampeana, ya sea por el volumen y el tonelaje de la producción que genera, y las economías regionales son importantes por la mano de obra que ocupa y por el arraigo y el valor agregado en origen que genera. Después hay una agenda en conjunto con Ciencia y Técnica, con la economía del conocimiento. Entendemos que tenemos producir más, impactando menos, manteniendo la sostenibilidad ambiental, tenemos muchos productores con mucha inversión tecnológica que son muy eficientes. Hay que avanzar con la tecnología del riego, porque hay adaptar los procesos productivos y darle mayor resiliencia ante las manifestaciones claras del cambio climático.
—¿El sector tambero es el más afectado por el cambio climático?
—El tambero y la ganadería bovina. El tambero por ahí se resiente más, es más visible, porque mide su productividad todos los días en la varilla del tanque de leche, sabe cómo afecta el calor. La leche más barata es la sacada a pasto, por eso cuando no hay pasto hay que buscar subproductos como el afrechillo de arroz, afrechillo de trigo, alimentos balanceados, para reemplazar al pasto. Y eso encarece la dieta y si no hay disponibilidad del capital de trabajo, no se alimenta bien la vaca.
Las claves del Presupuesto
—¿Qué se prioriza en cuanto a la realidad de los diferentes sectores en el Presupuesto 2023?
—Si bien tenemos distintos programas para asistir a las distintas cadenas, hoy estamos mirando fuertemente el presupuesto que tenemos para emergencia; la Ley de Emergencia prevé 500 millones de pesos, lo cual es absolutamente insuficiente. La normativa fija un monto de emergencia para todo el país de manera nominal, pero ha quedado absolutamente atrasado. Hoy tenemos 3.400 millones de pesos por la Ley de Emergencia y tenemos 13.000 millones de pesos por otro programa que también es para prevención y mitigación de efectos de emergencias agropecuarias. También tenemos el Plan Ganadero, que es de 12.000 millones de pesos, cuyo objetivo es fortalecer al productor ganadero para que sea más eficiente y más competitivo. Tenemos productores ganaderos de punta, y están aquellos a los que falta incorporar manejo genético y de pastura, mejor servicio de aguada, enfermedades venéreas y planes sanitarios. Este Plan Ganadero viene a fortalecer a ese productor que en términos de competitividad está un poco más atrasado y que en general es el pequeño productor. Eso se canaliza a través de las provincias y en el caso de Entre Ríos ya firmamos 400 millones de pesos. . No perdemos de vista el mediano plazo, que es además desarrollar el mercado externo, generar condiciones de competitividad y crediticias para que los productores puedan producir más.
El escenario electoral
—¿Tiene en mente qué será de su futuro político en diciembre, teniendo en cuenta que su nombre surge en la carrera como posible candidato a gobernador de Entre Ríos?
—No tengo un único plan, obviamente quisiera seguir en política, pero es aleatorio. Y hoy por hoy, soy franco, tenemos toda la energía puesta en llevar adelante la gestión de la Secretaría. Hace apenas 100 días que asumí, me parece que no sería prudente de mi parte, sería de alguna manera faltar al compromiso que uno genera con la sociedad teniendo una responsabilidad de estas características estar pensando en términos electorales. No niego que es un año electoral y que esto se va a venir; ya se vendrá el cronograma electoral y veremos. Pero hoy por hoy, hablando de campaña, la campaña que más preocupa es la del maíz y de la soja, que están en una incertidumbre importante debido a la falta de lluvias.
—Es un tema que en su visita a Entre Ríos el ministro Massa, no en forma directa, pero descartó estar trabajando para una posible candidatura. ¿Quizás es algo que pudo haber hablado con el gobernador? Aunque es cierto que ha expresado que no es momento de hablar de candidaturas.
—Coincido con Gustavo, creo que en este país en tres o cuatro meses en términos políticos lamentablemente es mediano plazo. Y que tenemos mucho por hacer y mucho por dedicarle a la gestión. Nuestra responsabilidad es estar cerca de los sectores productivos, de los pequeños y medianos productores, tratando de dar respuesta o conteniendo la problemática que tienen. Pero no estoy pensando en términos electorales, me sentiría muy incómodo.
—Entonces ratifica que va a seguir ligado a la actividad política.
—Uno de la política se va por decisión propia, cuando la gente te manda a tu casa con el voto. En mi caso mi intención es seguir en política.
—¿Qué pasa si lo convoca Massa para un proyecto nacional?
—No, no lo he pensado. Honestamente estamos abocados a esto, Massa tiene una dinámica de trabajo realmente importante: trabaja 14 horas por día y se apoya en un trabajo en equipo. Y le exige eso a sus colaboradores; sabemos que en abril o mayo vendrán tiempos electorales o de otras definiciones, ahí la evaluaremos. Pero tenemos toda la energía puesta en la Secretaría.
Campañas de la soja y maíz
—Mencionó el seguimiento que se está haciendo de la campaña de la soja y del maíz, ¿cuál es el diagnóstico de la cuestión?
—Estamos siguiendo de cerca el ritmo de siembra, que obviamente en estos días está prácticamente parado. A veces hay unas pequeñas lluvias, que son insuficientes pero que generan cierto optimismo y algunos productores aprovechan para sembrar. Estamos viendo que los maíces tempranos, sobre todo en Entre Ríos, en la zona de Córdoba y Santa Fe, están con una merma importante: han quedado petisos, por decirlo de una manera poco académica. Hubo una buena cantidad de plantas pero la falta de lluvias hizo que no tenga el desarrollo. Están en etapa de floración o o ya están saliendo de la floración y no le ha llovido lo suficiente, por lo cual hemos tenido una merma en el rendimiento. Por el lado de la soja, tenemos realidades más dispares, ninguna espectacular, pero no es una situación tan compleja como en el maíz. Esto no nos permite avanzar para cerrar la evaluación de la situación; todavía tenemos algunos días para la siembra.
—¿Cuánto tiempo?
—Hasta el 20 o 25 de enero se puede forzar la fecha de siembra. La fecha tope sería el 15 de enero pero podemos abrir una ventana si hay lluvias que acompañen. Una vez que tengamos la superficie sembrada, ahí se podrá hacer una evaluación del estado de los cultivos, el desarrollo y el nacimiento. Ya estamos trabajando porque la Secretaría tiene 40 delegaciones en todo el país, que hacen la evaluación en el territorio y hacen la estimaciones agropecuarias con técnicos muy bien formados, siendo los informes bastantes certeros.
—Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la sequía provocó que Argentina perdiera el 25% de la soja.
—Lo vamos a ver, porque lo estamos evaluando. Somos respetuoso de la Bolsa de Comercio de Rosario porque es una institución muy seria y muy respetable, pero mi obligación como funcionario público es tener la información pública. Respecto a la cantidad de hectáreas que no se van a sembrar, nosotros preferimos esperar. Por ahí si llueve estos días no vamos a recuperar ese porcentaje de hectáreas, pero se puede achicar ese número. Con la cosecha de trigo pasó exactamente lo mismo: distintas Bolsas, inclusive algunas estimaciones privadas y la de la Secretaría no coincidían. La cosecha de trigo terminó en 13,4 millones de toneladas, más cerca del número nuestro que el de ellos, afortunadamente. La verdad acá no es quien tenga la razón. No veo en las Bolsas una cuestión de quien tiene la razón, porque nos complementamos y trabajamos bien. Hacen un aporte a la transparencia de la comercialización.
La meta de la inflación
Bahillo recordó el punto de partida de la gestión de Sergio Massa y su equipo de trabajo con un escenario macroeconómico adverso. “La situación cuando asumimos era crítica, reconozcamos que el país venía de experimentar los cambios de Ministros de Economía en 20 días y había un incertidumbre importante, que generaba inclusive angustia en la gente. El dólar había subido de manera importante y la brecha se había duplicado en un término de 20 días, el riesgo país había crecido de manera importante y se había cortado el vínculo con los organismos multilaterales de crédito. Mientras que el déficit era importante, a la par que las reservas del Banco Central eran escasas. Si no somos sinceros y no reconocemos ese punto de partida, aún con lo crítico que era, no estamos siendo honestos con la gente”, enfatizó.
Explicó que en esta coyuntura “el Gobierno ha trazado una hoja de ruta, que ha tenido tensiones, algunos inconvenientes transitorios, pero que indudablemente los objetivos se van cumpliendo: el riesgo país ha bajado, se reconstituyeron las reservas del Banco Central, la inflación entró en una tendencia decreciente y se restablecieron los vínculos con los organismo multilaterales de crédito. Todo eso genera mejores condiciones macroeconómicas, lo cual es un medio no es un fin. Eso da previsibilidad y ordenamiento a las decisiones de los actores del sector privado para que inviertan y para que sigan produciendo, y que este país siga creciendo. Si digo que está todo bien, sería mentirme, engañarme y mentirle a la gente, pero no es esa nuestra mirada. Estamos mucho mejor que en julio”. Sobre la evolución de la inflación para los primeros meses del año proyectó que “la aspiración es tener una inflación menor a 4% en marzo”.
(Fuente: Diario Uno)