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Las excavaciones en el campo La Candelaria arrojaron resultados negativos sobre el paradero de la familia Gill. En tanto, ahora realizan nuevos rastrillajes en una zona cercana, a partir del dato de otro vecino.
Causa Gill.
El Equipo Argentino de Antropología Forense realizó hoy en Nogoyá en el campo La Candelaria, en Crucesita Séptima, nuevos rastrillajes para dar con el paradero de la familia Gill, cuyo rastro se perdió en el verano de 2002 y de quienes desde entonces no se tienen noticias.
Lamentablemente el rastrillaje realizado durante la mañana y mediodía de lunes, arrojó resultados negativos.
La mamá de Margarita Norma Gallegos, Delia, quien aseguró que “el viernes vinimos con un testigo y hoy se concretó la excavación que hasta el momento no tiene resultados positivos”. Además, la mujer detalló que también se realizan excavaciones en otro campo cercano a partir del dato de otro vecino.
La mujer detalló que “desde un principio pensé que ellos no están vivos porque si no se hubieran contactado con nosotros”. y sentenció que para ella, “los mató Goette, el dueño del campo, y como tenía la conciencia sucia se mató años después, quiero que los que saben me digan que hicieron con mi hija y nietos”.
Se recordará que el propietario de la estancia La Candelaria y patrón de los Gill, Alfonso Francisco Goette, murió en un accidente de tránsito. Fue la noche del jueves 16 de junio de 2016. Una mala maniobra provocó la salida de la ruta, el despiste y el vuelco de la camioneta Nissan Frontera que conducía el hombre, entonces de 70 años. Las heridas producidas en aquel vuelco, ocurrido en la intersección de las rutas 32 y 35, lo llevaron a la muerte.
En tanto, la hermana de Margarita Norma Gallegos, Rosa, mencionó que “pedimos por favor que quien sepa algo sobre el hecho lo diga”.
El dato de otro testigo demandó más rastrillajes
Según detalló el juez Gustavo Acosta, a Elonce, el nuevo rastrillaje se realiza a partir de “un nuevo dato de un vecino de la zona que nos notificó que se había realizado un pozo, en un sector lindante a su campo” en la fecha en que desapareció la familia.
Asimismo, Acosta aseguró que “luego de 20 años podría haber alguna evidencia, en este caso serían huesos”
“Hace años trabajamos en el caso, ubicando lugares, recabando testigos y mucho más”, cerró.
Sobre la familia Gill
En el verano de 2002, toda una familia desapareció de la faz de la tierra en Entre Ríos: desde entonces no se supo qué destino tuvieron, a qué sitio se fueron -si es que se fueron-, por qué se fueron, o, en el peor final, si están todos muertos, qué los llevó a ese desenlace: ¿los mataron? Y si los mataron, dónde están sus cuerpos. Los Gill, de ellos se trata, no dejaron ningún rastro. Hasta ahora, nada se sabe de ellos.
Rubén “Mencho” Gill, en 2002 de 55 años; su esposa Margarita Norma Gallegos, de 26, y sus hijos María Ofelia de 12, Osvaldo José de 9, Sofía Margarita de 6 y Carlos Daniel de 2, fueron vistos por última vez en el velorio de un amigo de la familia, el 13 de enero de 2002, en Viale, a treinta kilómetros de La Candelaria, el campo en el que vivían y donde el hombre trabajaba como peón.
(Fuente: elonce.com)
Causa Gill: dieron negativo los primeros rastrillajes en La Candelaria
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Las excavaciones en el campo La Candelaria arrojaron resultados negativos sobre el paradero de la familia Gill. En tanto, ahora realizan nuevos rastrillajes en una zona cercana, a partir del dato de otro vecino.
Causa Gill.
El Equipo Argentino de Antropología Forense realizó hoy en Nogoyá en el campo La Candelaria, en Crucesita Séptima, nuevos rastrillajes para dar con el paradero de la familia Gill, cuyo rastro se perdió en el verano de 2002 y de quienes desde entonces no se tienen noticias.
Lamentablemente el rastrillaje realizado durante la mañana y mediodía de lunes, arrojó resultados negativos.
La mamá de Margarita Norma Gallegos, Delia, quien aseguró que “el viernes vinimos con un testigo y hoy se concretó la excavación que hasta el momento no tiene resultados positivos”. Además, la mujer detalló que también se realizan excavaciones en otro campo cercano a partir del dato de otro vecino.
La mujer detalló que “desde un principio pensé que ellos no están vivos porque si no se hubieran contactado con nosotros”. y sentenció que para ella, “los mató Goette, el dueño del campo, y como tenía la conciencia sucia se mató años después, quiero que los que saben me digan que hicieron con mi hija y nietos”.
Se recordará que el propietario de la estancia La Candelaria y patrón de los Gill, Alfonso Francisco Goette, murió en un accidente de tránsito. Fue la noche del jueves 16 de junio de 2016. Una mala maniobra provocó la salida de la ruta, el despiste y el vuelco de la camioneta Nissan Frontera que conducía el hombre, entonces de 70 años. Las heridas producidas en aquel vuelco, ocurrido en la intersección de las rutas 32 y 35, lo llevaron a la muerte.
En tanto, la hermana de Margarita Norma Gallegos, Rosa, mencionó que “pedimos por favor que quien sepa algo sobre el hecho lo diga”.
El dato de otro testigo demandó más rastrillajes
Según detalló el juez Gustavo Acosta, a Elonce, el nuevo rastrillaje se realiza a partir de “un nuevo dato de un vecino de la zona que nos notificó que se había realizado un pozo, en un sector lindante a su campo” en la fecha en que desapareció la familia.
Asimismo, Acosta aseguró que “luego de 20 años podría haber alguna evidencia, en este caso serían huesos”
“Hace años trabajamos en el caso, ubicando lugares, recabando testigos y mucho más”, cerró.
Sobre la familia Gill
En el verano de 2002, toda una familia desapareció de la faz de la tierra en Entre Ríos: desde entonces no se supo qué destino tuvieron, a qué sitio se fueron -si es que se fueron-, por qué se fueron, o, en el peor final, si están todos muertos, qué los llevó a ese desenlace: ¿los mataron? Y si los mataron, dónde están sus cuerpos. Los Gill, de ellos se trata, no dejaron ningún rastro. Hasta ahora, nada se sabe de ellos.
Rubén “Mencho” Gill, en 2002 de 55 años; su esposa Margarita Norma Gallegos, de 26, y sus hijos María Ofelia de 12, Osvaldo José de 9, Sofía Margarita de 6 y Carlos Daniel de 2, fueron vistos por última vez en el velorio de un amigo de la familia, el 13 de enero de 2002, en Viale, a treinta kilómetros de La Candelaria, el campo en el que vivían y donde el hombre trabajaba como peón.
(Fuente: elonce.com)