Castrillón reclamó por ruidos molestos y terminó en un escándalo

Leido 189 veces

Emilio Castrillón, el expresidente y actual vocal de STJ, se vio envuelto en una escandalosa situación al solicitar en un quisco que bajen la música. Tras una discusión con el dueño del comercio intervinieron las fuerzas de seguridad.

En La Paz.

En La Paz.

El expresidente y actual vocal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Emilio Aroldo Castrillón, se vio involucrado en una serie de incenditos que ocurrieron frente a su domicilio en la localidad de La Paz.

El conflicto ocurrió en un quiosco frente al domicilio de Castrillón ubicado en las calles en Sáenz Peña y Belgrano. Según se supo, este domingo a la madrugada Castrillón le pidió al propietario del quisco que baje la música que estaba muy alta y se desencadenó una pelea.

El medio periodístico La Sexta, difundió un video en que se observa a Castrillón dialogando con un policía: “Acá me golpeó este ladrón de mierda de la esquina, de este negocio. Estoy todo golpeado, culpa de ustedes que no controlan”.

“Esto no es un boliche bailable, ¿dónde está la autorización acá? Ese gordo fue el que me agredió”, señaló, mientras se puede ver al propietario del local, quien también profiere insultos mientras es retenido por algunas personas.

En tanto, el jefe de la Departamental La Paz de Policía, Edgardo Corona, dio cuenta de la intervención policial. “1.15 pasó la gente de Tránsito municipal con un policía y hablaron con el propietario del comercio. Le dijeron que a las dos es el cierre, de acuerdo a lo que establece el DNU. Dijo que sí. Había gente en la vereda y demás. A la 1.45 aproximadamente, llaman ya por un problema en el qiosco. Concurrió mayor presencia policial y allí se encuentran ya con agresiones, insultos y demás. Se tranquilizó la situación separando por un lado al dueño del quiosco con sus allegados, y por el otro al señor Castrillón, quien después se retiró a su casa“, dijo.

“Se invitó a ambas partes a que radiquen la denuncia. Se habló con el fiscal en turno desde el lugar, se lo puso en conocimiento de toda la situación y ordenó que se realice el acta de procedimiento, se dé intervención a Criminalística y si hubiera personas lesionadas, fueran asistidas y vistas por el médico policial, y es lo que se hizo”, sostuvo Corona. Y añadió: “A la Jefatura fueron tres personas que denunciaron, una de ellas es el propietario del quiosco. El señor Castrillón no fue a la Jefatura, lo que no quiere decir que no haya ido a la Fiscalía a realizar la denuncia”.

Por su parte, testigos afirman que Castrillón y su esposa se dirigieron al local, donde insultaron a los presentes, tiraron piedras y causaron daños dentro del comercio, lo que desató la agresión por parte del quiosquero.

En el marco de la investigación, dijo Corona, ya se solicitaron las filmaciones de las cámaras de seguridad del lugar, por pedido del fiscal Facundo Barbosa, a fin de determinar lo ocurrido.

Por su parte, la esposa de Emilio Aroldo Castrillón, Natalia Céparo, informó que no es la primera vez que tienen problemas con este comercio por ruidos molestos. En esta ocasión estaban reunidas unas 300 personas y cuando el vocal del STJ solicitó que bajen la música, fue agredido por cuatro sujetos. Además, Céparo agregó que el quiosco no cuenta con un baño propio y las personas que concurren allí “hacen sus necesidades en la puerta de nuestro garaje, por eso Castrillón fue a decirles que bajen la música o los hacíamos clausurar. Y ahí el empleado saltó, lo empujó haciendo caer las estanterías”.

“No se podía estar en mi casa porque vibraban los vidrios. Esto era sabido que iba a pasar porque todos los vecino tienen problemas con el kiosco. Yo debería haber ido hace mucho a las Municipalidad para exigir que lo clausuren, pero no lo hice porque no me gusta dejar a esa gente sin trabajo”, sumó.

Al finalizar indicó que la Policía se hizo presente en el lugar y le manifestaron que “no podían hacer nada porque esperaban órdenes del fiscal. Hoy cuando mi marido hizo la denuncia, el fiscal Barboza le dijo que había dado instrucciones a la policía para que actúe”.
“Esto se podría haber evitado porque es un lugar que no debería vender bebidas alcohólicas a menores como lo hacen, deberían haber respetado los protocolos. Con mi familia no salimos porque nos cuidamos por la pandemia y tenemos 300 personas en la esquina de la casa”, culminó.

(Fuente: el once – La Sexta)